Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Motivar a clientes. Entusiasmar al personal. Crear puentes. Transmitir cultura. Crear camaradería. Propiciar el encuentro. Bajar las barreras que interrumpen la creación de vínculos. Estimular la charla. Abrir el espacio para el intercambio productivo. Escuchar inquietudes. Que cordialidad, buena predisposición y funcionalidad se reúnan pra dar curso al buen desarrollo del proyecto. El regalo corporativo tiene decenas de aristas que involucran las intenciones y los resultados que se esperan.

No es bueno esperar garantías del buen funcionamiento en la empresa, alentar a los empleados o retener a los clientes desestimando el regalo que se envía. No es un objetivo hacerlo porque se debe. O pensar que cualquier recurso puede ser lo mismo.

AManger ha dado vida a un extenso mundo de delicatessens inesperadas, reales e irresistibles en su proyecto. Sabor genuino que invita al encuentro también en la empresa. Esta vez, a tanto festejo hecho delicadeza, se le sumaron las Box, para llevar, para llevarte, para que te lleven o para que le lleven a quien quieras pegarle un suspiro de aromas increíbles. A Manger tiene mucho de ese placer gastronómico que anida en la típica cuisine francesa. Pero toda esa delicadeza de sabores se marida perfecto con la autenticidad argentina. La gama de quesos que pueblan sus tablas ganan cualquier partida. Profundidad y sutileza, variedad e intensidad… nunca un bocado es igual al otro. Hay artesanato en la producción. Hay fiambres personales, hay finger food que vienen preseleccionadas, como el bello conjunto de queso parmesano, tomate seco y crudo… 

En la vida cotidiana, dar un regalo es una señal de atención y reconocimiento. Este gesto tiene múltiples significados. Puede ser un estímulo a un logro, un agasajo de cumpleaños, un evento especial, una excusa de encuentro o un pedido de disculpas. En la vida de una empresa, los obsequios empresariales tienen el mismo propósito.

Dar un obsequio empresarial también es una buena forma de atraer prospectos . 

Sobre todo, el regalo corporativo se utiliza para agradecer a los clientes su fidelidad. En un momento en que los servicios se están diversificando, al igual que las expectativas de los clientes, es difícil retenerlos. Recompensar a quienes continúan quedándose, por lo tanto, se vuelve esencial. Al darles obsequios, les está indicando a sus clientes que son valiosos. Lo mismo ocurre con los empleados. Mimarlos permitirá mantener buenas relaciones y perpetuar la colaboración, además de ser un buen puente como estrategia de trabajo.

Brindar al personal obsequios corporativos es una gran alternativa para agradecerles el trabajo que realizan. Los empleados felices, que se sientan valorados, realizarán sus tareas de manera más eficaz.
El encuentro por antonomasia es alrededor de un buen sabor. Una picada tiene la sencillez de la ingesta y la presentación. No requiere de instalaciones especiales para ser consumida. Puede enviarse en cualquier momento. Es fácil de conservar fresca. Su diversidad garantiza que todos tendrán alguna propuesta gastronómica que les quepa.

Sirve para compartir en familia si se envía a una persona a su domicilio o se le entrega en la oficina como atención personal. Pero también es un recurso exitoso para reuniones de trabajo, almuerzos informales, previa a una salida culinaria más formal.

La picada abre la participación, nos pone a todos en “el mismo plato”. Con ella se comparte, se une, se invita al diálogo. La picada es un símbolo nacional. La previa de buenas nuevas o el fondo completo de una noticia arrobadora.

Hay cercanía en ella. Es oferta de generosidad. Invitación a compartir. Seguro de éxito, siempre.

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