La nueva casa de Paula y Josefina

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By Flavia Tomaello

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

El reducto residencial de Bay Harbor con espíritu del Delta del Tigre, pero con otros montos en el banco: casas con cochera en un frente y lancha en el otro, calma supina, la brisa que se lee en el agua con las olas golpeando bajito, hechas por alas de mariposa. Bay Harbor, al este, es el distrito comercial, el sitio de los departamentos y a la que atraviesa una avenida doble mano que se va haciendo puente y calle alternadamente.
Ese es el rincón al que llegaron Josefina y Paula desde rosario para abrir Abrieron Coffee. Aportaron a un sitio cuidado, que emite muy buena energía. A medida que fueron creciendo le fueron dando su toque entre romántico y huggy, con un shabby chic bien conceptuado. Carteles con mensajes inspirados, detalles pequeños que podés descubrir la décima vez que vas y te preguntás si efectivamente eso estaba ahí antes. “Nos divierte ir arreglándolo de a poquito, cambiándole algunas cosas, pero que siempre se conserve la calidez”, completa Josefina.

Además de lo coqueto y de ese imperdible de sabor “cocina de la nona”, querían que fuera un sitio capaz de recibir económicamente a todos: “si querés almorzar por tres dólares, con nosotros podés -afirma Paula-.  Desde algo chiquito,  hasta un buen plato de comida, cosas saludables, y también la opción si te quieres comer una buena porción de torta, pero siempre que en cada uno de nuestros productos se vea esa impronta casera y fresca que te haga sentir comiendo como en casa”.

Ahora acaban de abrir las puertas de una nueva apuesta: Coffee Break House, ubicada en 7251 Biscayne. “El espíritu de nuestra casita es ese mismo -continúa Paula-, hacer sentir a todos como en su lugar, tanto a nuestro equipo como a cada cliente que nos visita. Esta apuesta surgió como un proyecto donde desde los colores hasta los platos tuvieran un poco de nuestra tradición familiar, de las ganas de impactar en los sentidos de nuestros clientes desde el corazón mismo. La casita somos todos los que día a día nos dedicamos a hacer la diferencia en ese ratito de los clientes que deciden pasarlo con nosotros, en un bocado de algo que fue preparado con amor y dedicación, una sonrisa al recibirlos y al despedirlos, el compromiso con que cada minuto que compartimos valga la visita. La casita no es solo la forma, es el alma que le ponemos a lo que hacemos. Miami tiene mucha variedad de lugares, pero que te hagan sentir como en casa es lo que nos hace diferentes”

Buscaronvariedad en los platos, a buen precio y calidad de servicio. “Estamos felices de abrir esta nueva puerta que ojalá sea tan exitosa como nuestra locación de Bay Harbor que ya cumplió 8 años -completa Paula-. No es fácil apostar e ir por más, tuvimos muchísimas trabas en el medio, fue sin duda un camino en subida, costó mucho. Pero acá estamos con la confianza de que cuando en este país se es responsable y se trabaja fuerte, con dedicación, todo vale la pena”.