Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Tantas cáscaras que las abuelas dirían que se esconde como las capas de una cebolla. Pero cada porción esconde una esencia que crea magia de sólo rozarla. El nudo de la seda, la mirada mora, el andar castizo y el honor a las tradiciones se agrupan en el núcleo histórico. La albufera es monumento exclusivo de unos pocos destinos en el mundo que aquí hizo brotar la paella, una expresión gastronómico cultural que se convierte en fiesta popular con las fallas. El amasado arquitectónico De Santiago Calatrava construyó sobre el antiguo cauce del Turia lo que hoy es símbolo de Valencia: la Ciudad de las Ciencias y las Artes. El lánguido peinetón que se extiende sobre el Mediterráneo dando vida a una playa larga y digna de vivir a pleno.
Pero todo este paisaje no podría quedarse sólo en belleza para la vista, también hay holgura para disfrutar de los sabores. Nos vamos a un recorrido de lo que no te podés perder entre las más recientes atracciones de este sitio que sigue rindiendo honor a la paella y a sus Fallas, pero que se ha vuelto moderna y exótica.
Inspirado en postre, pero soñando completo
El Bar Cremaet es un símbolo de unión y reencuentro, pero también de mezcolanza y de cruce de caminos. El placer que vino de otro océano, del puerto, y desde el Grau a lomos del trenet se extendió por toda la ciudad.
Con ron, fuego y café por bandera y con una carta extensa de raciones, brasas, arroces, chacinería… abre Bar Cremaet en una demarcación históricamente populosa: al inicio de la Avenida del Puerto, siguiendo los ramales del viejo Camí al Grau, con una terraza abierta a la renovada Casa del Médico.
Admirando los establecimientos de siempre en los que se aprendió que un cremaet no es el final de una comida sino el principio de otras muchas cosas, Bar Cremaet abre sus puertas para mostrar todo aquello que hace de un bar un lugar absolutamente único. Un punto de encuentro en el que te sentís arropado por materiales que son familiares.
Sus fuera de carta cambian de lunes a jueves. Las raciones son generosas. No te pierdas su mollete de carne mechada con queso y animate a la tortilla Vaga del día.
Oriente cercano
Déjate seducir por algo de Marruecos en su arquitectura amablemente rosada, microespacios e intimidad. Living Bakkali está inspirado en un oriente fantástico. Una oda a la arquitectura de adobe, donde las líneas curvas y los tonos tierra cobran vida en mitad del desierto.
es un lugar para vivir experiencias sensoriales tanto para el paladar como para el tacto y la visión. Inspirado en Oriente Medio el diseño quiere transportarte a lo más profundo del desierto, conectándote con un entorno maravilloso para muchos desconocido y lleno de misterio.
En todo momento contrastan formas orgánicas entre sí, utilizando un efecto de adobe en paredes, suelos y techos, ejecutadas completamente a mano como en las casas árabes del pasado que se pretenden representar aquí.
La suave iluminación pretende resaltar el misterioso y bello Oriente por descubrir.
La variedad gastronómica, en la que toman protagonismo los productos de proximidad, así como las influencias de otros lugares del mundo, consiguen como resultado un toque personal y artístico en cada plato, realizando una distinción original y sorprendente.
Anda por las croquetas y los baos, dejá que te sorprendan primero a la vista y luego en el sabor. Jugátela por el cucurucho de masa frita relleno con cochinita pibil. ¡Mágico!
Entre peces
Pero para comer lo que gustes, Submarino, el restaurante del Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Letras, te espera como el corazón de una pecera que te zambulle hipnotizándote con sus paredes, por las que nadan de rayas a tortugas marinas, cubierta diseñada por Félix Candela.
Una cocina actual y de fusión, un guiño a la amplia tradición gastronómica mediterránea. Permanece abierto de lunes a domingo en servicio de comidas y de lunes a sábado para cenas.
Una atmósfera sofisticada pero cálida y un servicio muy atento que te hace sentir cómodo.
Dos alternativas más que propicias. Una: tataki de atún a la brasa con mango y salsa kabayashi. Dos: guiso tradicional de manitas de cerdo, cigalita de playa y chipotle. Un plato redondo.
Fundamenta: déjate hipnotizar por la pecera.
Una mirada hacia adentro
Habitual llega de la mano del chef Ricard Camarena con una propuesta gastronómica, orgánica y profunda, para conocer lo Habitual de nuestras raíces mediterráneas. Desde las costas del Mediterráneo oriental hasta la parte más occidental, lo Habitual para el restó es explorar la riqueza de esta tierra, de sus productos y bondades, para dar vida a una propuesta gastronómica armónica y consciente, desde el prisma de Camarena.
Una cocina que evoluciona cada día, cambia, se adapta y trabaja con los recursos que ofrecen la huerta y el mar: todos los secretos de Valencia. Personal, sencilla en apariencia, pero complicada en su elaboración. En su elegante propuesta gastronómica se emplean técnicas innovadoras que no se ven, pero se perciben en el paladar.
Por favor dale oportunidad a la berenjena asada con salsa holandesa, queso feta y piñones. Más tarde a la ostilla de Angus asada y ahumada a la pimienta negra con ensalada de rúcula.
Un poema.
Mucho más que arroz
No hay mejor forma de descubrir una ciudad que a través de su gastronomía. En el Restaurante Ampar, en el corazón del hotel Palau de la Mar, te propone saborear Valencia de la mano de su chef Carlos Julián con deliciosos platos cuidados al detalle donde priman los ingredientes frescos de la huerta valenciana, los del mar y, por supuesto, los arroces en todas sus variantes.
Pulpo de roca y cítricos, fideuá roja, lomo de atún de sorra, tomaca y oliva negra, salmonete con all i pebre y arroz de coliflor, coca de pera… Sean cuales sean tus gustos, en nuestro restaurante podrás deleitarte con sabores y texturas que te dejarán con ganas de repetir.
Creando día a día una cocina de tendencia, cuya base es el producto de cercanía, para potenciar recetas tradicionales llevadas a la cocina de vanguardia, ese es el lema de Julián. Y para ganar esta batalla las herramientas que emplea son el aprendizaje y la observación de nuevas tendencias, que hacen de la comida tradicional una experiencia. Sin duda un regalo para los sentidos, con sorpresa, arquitectura gastronómica y humor.