Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Una simbiosis exclusiva. Una herencia cultural. Un patrimonio que resguardar. Una ciudad que invita a la vanguardia y el diseño. Una estética apreciada por los viajeros. Un hotel disperso por todo Amsterdam para vivir la cotidianeidad holandesa como en casa.
Peter Pulitzer, nieto del creador del Premio que lleva su apellido, en los años ´60 se hizo de las primeras once casas históricas de Amsterdam que fueron fundacionales para su hotel fragmentado de hoy. Hoy suma 25 distribuidas en toda la ciudad. En su conjunto forman un hotel disperso donde cada habitación está en un sitio distinto de la urbe. Todas recuperadas de los años 1600 en adelante, y con diseño vanguardista.
Una obra fantástica para los fanáticos de los hoteles patrimoniales. Pulitzer Amsterdam es un capricho. Puesto en valor combinando los elementos arquitectónicos auténticos con un diseño chic contemporáneo, este hotel es una verdadera joya escondida de la capital holandesa.
Todo viajero encontrará en él una habitación perfecta. Cuentan con habitaciones individuales para viajeros en solitario, suites familiares de dos niveles y un interludio entre medio que completa todo el abanico de alternativas. Cada habitación es única, pero todas cuentan con un escritorio, un juego de reparación de bicicletas y delicias holandesas de cortesía, un hermoso baño de mármol con artículos de tocador Le Labo.
El dorado de una era
En el siglo XVII Holanda floreció. Era el lugar para estar. Esta próspera época en la historia holandesa vio ricos comerciantes que construyeron los hermosos edificios que todavía se admiran, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales se convirtió en la primera multinacional del mundo, Rembrandt estaba cambiando la faz del mundo del arte con nada más que su pincel y se fundó Manhattan, que más tarde se conoció como Nueva Amsterdam.
Los impulsores de la influyente clase alta de Ámsterdam vivían en las casas del canal más cercanas al casco antiguo, mientras que los almacenes estaban ubicados a lo largo de los anillos exteriores del canal. Con el paso del tiempo, muchas de ellas empezaron a ser abandonadas o fueron perdiendo esplendor.
En 1960, Peter Pulitzer vio un gran potencial en las hermosas pero ruinosas casas de los canales de Ámsterdam. Compró doce casas a lo largo de los canales de Prinsengracht y Keizersgracht y creó el hotel cinco estrellas más antiguo de Ámsterdam
Peter se adhirió a un lema simple: “la casa de tu vecino se vende una sola vez”. Aprovechó todas las oportunidades que pudo para expandir su imperio de Ámsterdam. En el transcurso de treinta años, el hotel pasó de doce casas restauradas en el canal a veinticinco. Pulitzer Amsterdam continúa recolectando elementos que se suman a su carácter único y vibrante: el intrincado laberinto de casas históricas, el restaurante exclusivo, los jardines y los conciertos flotantes anuales en Prinsengracht.
Un nuevo estilo de vida
En 2015 y 2016, el hotel pasó por la mayor renovación de su historia. La última reinvención de Pulitzer Amsterdam combina elementos históricos y belleza clásica con estilo contemporáneo, lo que da como resultado un equilibrio único de artesanía tradicional y comodidad moderna.
Allí se descubre la elegancia holandesa por excelencia en un intrincado laberinto de 25 casas de canal de la Edad de Oro conectadas entre sí por un hilo rojo que las hermana. Después de una renovación completa, este vecindario escondido ahora cuenta con: 225 habitaciones y suites, tranquilos jardines interiores, espacios para reuniones y eventos, una cafetería con jardín, un bar de hotel y un restaurante que sirve platos sencillos pero bellamente elaborados.
El Pulitzer es una combinación única de artesanía holandesa moderna, tradicional y de alta gama escondida entre los canales emblemáticos de la ciudad. No hay dos habitaciones o suites iguales, cada una equilibra el rico pasado y el presente contemporáneo de Ámsterdam en una mezcla ecléctica de acabados, diseños y elementos que complementan el encanto individual de cada habitación. En este hogar lejos del hogar, los huéspedes pueden disfrutar del uso de wifi gratuito, un teléfono antiguo y las comodidades de Le Labo.
Fue Lore Studio quien se encargó del diseño. Su fundador, Jacu Strauss, encontró inspiración en toda la ciudad, ya sea una pintura de maestros en el Rijksmuseum, un detalle en una casa o un viaje en barco por los canales.
Vida de casa, servicio de hotel
El nuevo restaurante del Pulitzer Amsterdam, Jansz, es un restaurante de barrio elegante y tranquilo con una actitud holandesa relajada. El menú presenta clásicos modernos bellamente elaborados que respetan la simplicidad de productos e ingredientes de calidad. Pulitzer’s Bar es una memoria de hotel clásico, con muebles suntuosos y un ambiente rico e íntimo. Se pueden beber cócteles tradicionales y las mejores bebidas mientras se disfruta de las vistas de los canales. Pause es una cafetería con jardín en el corazón de los tranquilos jardines. Recargar energías con un espresso preparado a la perfección o planificar el día en la tranquila terraza son dos opciones ineludibles.
Los jardines Pulitzer ocupan un sorprendente oasis verde ubicado en el centro del hotel. Lejos del ajetreo y el bullicio de la ciudad, es un refugio tranquilo para relajarse, trabajar o socializar entre plantas de temporada y esculturas divertidas. Este trayecto es una manera de conocer la elegancia holandesa por excelencia que une al diseño ecléctico con estilo.
El hotel disperso se derrama por uno de los barrios más elegantes de Ámsterdam y en el corazón del centro histórico de la ciudad., un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO: el distrito de los museos, la casa de Ana Frank, las elegantes Nueve Calles, el mercado de las flores y el Palacio Real están a poca distancia.
Como si faltara algo, la inspiración de Pulitzer se puede llevar a casa: Pulitzer Hom tiene los detalles de los que uno se enamora y extraña cuando parte.