Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Cuando decidieron crear esta espléndida colección de hoteles, diseñados por el arquitecto florentino Michele Bönan, primero se preguntaron cuál era el ideal. Y la respuesta era sencilla: querían un hotel que acompañara la personalidad, los sueños, las emociones y al mismo tiempo abriera nuevos horizontes. Un hotel en el corazón de Italia para encontrarse y renovarse.
De este espíritu libre y muy florentino nace la Colección Lungarno, que ofrece a sus huéspedes una selección de atmósferas a medida y muy refinadas, para vivir días de pura felicidad, despertando en el esplendor de suites únicas en el mundo, a sólo un alejarse del aliento de las obras maestras del arte y encontrarse en la riqueza de la cocina italiana contemporánea, informal y gourmet.
Nacieron en Florencia y en esta ciudad, cuna del Renacimiento y de la más suntuosa tradición artesanal, y allí han creado extraordinarios hoteles con un carácter inconfundible, unidos por una maravillosa corriente de pensamientos y visiones, el Arno, en su paso hacia Ponte Vecchio.
Con el nacimiento de la marca Portrait añadieron un buque insignia a su oferta: lo que distingue a estos hoteles es el doble vínculo que establecen entre los huéspedes y la ciudad que los acoge. El retrato de la ciudad responde al retrato del cliente, es decir, a sus necesidades y expectativas. Sus “Portriait” dominan los monumentos más importantes y las calles comerciales más exclusivas: frente a la Piazza di Spagna, en el corazón del distrito de la moda de Via Condotti en Roma; junto al Ponte Vecchio, con vistas al Arno en Florencia, a un paso de las boutiques de via dei Tornabuoni; dentro de un monumento, el antiguo Seminario Arzobispal en Corso Venezia 11, en el centro del cuadrilátero de la moda de Milán.
Una competencia difícil
Bajo ese marco que ahonda el sentido del concepto, la familia Ferragamo, la misma heredera de la pasión por el arte y el diseño de don Salvatore, ha creado algunas piezas que se hilvanan como joyas. Con el mismo carácter de artesanato que ha cobijado el origen del nombre.
Con la misma hidalguía que impone el hacer exquisitez con las propias manos, Portrait Firenze se convierte en un homenaje al lujo intemporal de la alta costura: una residencia privada a sólo poco pazos del río Arno y al Ponte Vecchio. Un símbolo de dignidad y de hidalguía que osa abrir sus ventanales con la confianza de poder competirle de igual a igual al puente medieval símbolo de la ciudad.
Desde su posición privilegiada, el hotel está a pocos minutos de la riqueza del arte, la historia de Florencia, así como de su moda y gastronomía. Situado en la parte más codiciada de la ciudad, ofrece una sensación de calma y tranquilidad que recuerda a una casa lujosa. Sin embargo, está a sólo unos pasos del Palazzo Vecchio y la Piazza della Signoria. Sus sofisticadas habitaciones y suites fueron diseñadas por el arquitecto florentino Michele Bönan, conocedor de un estilo muy personal que es armonioso y aún sorprendente, clásico y contemporáneo en su nostalgia de una era pasada perfecta.
El legado de la familia Ferragamo impregna a Portrait Firenze de un arte que va más allá de la pasión.
Un encuentro casual, un fondo de cálidos paneles de madera y curvas armoniosas: el escenario está preparado para que vivas el refinado estilo vintage sinónimo de la icónica historia florentina.
No estás solo aquí: las paredes ofrecen joyas tomadas de los archivos fotográficos de Locchi, Giorgini y Alinari, que muestran a las estrellas doradas como Audrey Hepburn, Brigitte Bardot y Grace Kelly mientras también estaban de vacaciones en Florencia, el centro de la moda del mundo. El arte es un efecto omnipresente: pinturas, fotografías, esculturas e instalaciones impregnan todos los espacios con su aire de sofisticación.
Déjate llevar por el evocador diseño del florentino Bönan, símbolo de exclusividad atemporal. El gris, el negro y el dorado crean una atmósfera suave de discreta sofisticación. Los muebles Made in Florence evocan los años atrevidos de la década de 1950.
La hospitalidad es un arte y aquí se ha hecho de ello una obra maestra. En un nuevo concepto de turismo a medida, Portrait ha tomado el lujo uniforme y lo ha transformado en una personalización espontánea. No es un hotel de lujo en Florencia, es un lugar increíblemente personal.
Viajar es como soñar, y Portrait propone vivir el sueño, cautivándote por el irresistible encanto del país y su gente. En una dirección icónica pero íntima, apartada de la calle, en el corazón de Florencia, encontrarás lo que no hay en ningún otro punto de la ciudad: un hotel construido alrededor de Florencia, una suite construida alrededor tuyo y experiencias adaptadas a tu estilo de vida. Un retrato viviente de tu viaje.