Para Laura Macció, CEO y cocreadora junto a Óscar Figueira de MetaBIX Biotech, Uruguay tiene «las mejores bases» para hacer deep tech. «Estabilidad, facilidad para relacionarse con la región y para el intercambio de materiales entre países, excelente reputación y mano de obra», remarcó. Su empresa detecta virus y bacterias y en base a un sistema de algoritmos y revela con 14 días de anticipación si hay riesgo de una enfermedad. Su mercado va desde granjas de animales, empresas de alimentos hasta espacios donde circulan humanos, como aeropuertos, entre otros.
La startup desarrolló desde el dispositivo para los filtros que se imprime en 3D y en solo 10 minutos toma las muestras, hasta los métodos de biología molecular y los algoritmos para entender cuándo hay un riesgo en el ambiente. Tras sus pruebas, cerraron un acuerdo comercial con un socio de Latinoamérica para finalizar el producto y distribuirlo en Argentina, Colombia, parte de Brasil, Bolivia, España y «algún otro país». El dispositivo nació en otra empresa de Macció -Aravan Labs- y está en las fases finales de una ronda de inversión de US$ 750.000, que culminará a inicios de septiembre.
La startup uruguaya Metabix Biotech se lució presentando su innovación en Biohunt Summit 2023
“Nuestro planeta está enfrentando situaciones cada vez más desafiantes, pensemos en los problemas que trae el aumento de la población, la crisis climática y alimentaria, el crecimiento de la tasa de enfermedades y las nuevas patologías que han nacido del estilo de vida actual. La innovación es clave para ayudar a mitigar estos problemas, los emprendedores tienen soluciones que pueden cambiar el mundo, pero que necesitan apoyo para crecer. Por eso estamos aquí”. Así, Markus Schreyer, fundador de The Ganesha Lab dio inicio a Biohunt Summit 2023, evento realizado el pasado 7 y 8 de noviembre en Miami. Esta instancia, organizada por la aceleradora global para bioemprendimientos latinoamericanos, The Ganesha Lab, en conjunto con el Cambridge Innovation Center (CIC) tuvo por objetivo ser el puente entre innovaciones creadas por startups de la región e inversionistas de Estados Unidos. De esta manera, se busca contribuir con la disminución de la gran brecha de financiamiento que existe en LATAM, lo que muchas veces detiene la expansión de ideas que pueden ayudar no solo a salvar vidas, sino a mejorar el mundo. En el evento se dieron cita 21 startups de México, Uruguay, Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica y Chile, las que tuvieron la oportunidad de pitchear sus proyectos frente a destacados jueces, como Madeline Behr de IndieBio, Mike Lemcke de UC Davis Venture Catalyst, Ettiene Gillard de Mana Tech, Ignacio Peña de Air Capital, Pablo Fernandez de Zentynel, Rafael Katayama de Thermo Fisher Scientific y Rachel Wilson de CIC Health, al tiempo que pudieron conversar y recibir consejos de destacados miembros del ecosistema emprendedor norteamericano, como el Shark Tank Michael Burtov y el director general de IndieBio, Stephen Chambers.
En total, cerca de cien inversionistas y fondos de inversión escucharon las ideas provenientes del sur del continente, abriendo puertas para generar redes significativas. La iniciativa uruguaya que deslumbró a los jueces En ese contexto, se presentó metaBIX Biotech, un emprendimiento uruguayo que está revolucionando la detección de elementos microbiológicos en la industria alimentaria. A través de tecnología predictiva con IA identifican patógenos emergentes y riesgos microbiológicos mediante muestras ambientales. Esto ayuda a la industria del agro a aumentar su productividad entre un 15 y 20%. Pueden detectar los principales patógenos como Listeria, Salmonella, STEC y O157 en la industria alimentaria; Peste Porcina Africana, mycoplasma, Campylobacter, Adenovirus, Salmonella y Bronquitis, logrando identificar incluso a nivel de variantes, para los sectores avícola y porcino. Laura Macció, fundadora de esta startup, ha movido cielo, mar y tierra para conseguir apoyo y financiamiento para seguir creciendo, por lo que Biohunt Summit se convirtió en un evento al que no podía faltar. “El mercado acá es más que relevante, los inversores están aquí, y sin esos puentes es mucho más difícil que lleguemos. Así que lo primero es llamar a las puertas, hablar, acercarse a la gente y no subestimar lo que nosotros mismos somos capaces de hacer. A veces pensamos que no es para nosotros, pero sí lo es, y todo lleva un proceso, un aprendizaje, y podemos conseguirlo”, señaló.
La bióloga y founder también invitó a las startups del país a animarse a buscar conexiones que los ayuden a llevar sus ideas al siguiente nivel. “Sin dudas, tienen que estar acá. Tienen que acercarse a The Ganesha Lab o a instituciones similares, que son totalmente visionarias y lideran la construcción de esos puentes que tanto necesitamos para conseguir fondos”, concluyó. La región gana protagonismo “La forma en que las ciudades están creciendo, de dónde vienen nuestros alimentos, cómo está comportándose el clima, hay muchas cosas sucediendo en el planeta. Creo que América Latina está en el centro de todo eso. Y gran parte de la innovación, la primera línea de la innovación está ocurriendo en el sur. Así que creo que es importante apoyar esa innovación”, comentó Andrew Don, director de la Asociación de Redes Ángeles, REAL. Por su parte, Stephen Chambers señaló: “Creemos que el valor neto de emprender es la generación de una red. Mucha gente de la ciencia y de la tecnología está acostumbrada a trabajar en laboratorios, sin mucho contacto con personas que no sean de su área. Pero para hacer crecer una empresa es necesario salir, hablar con todo el mundo, con inversionistas, con otros fundadores, con personas del ecosistema, creando redes; por eso instancias como Biohunt Summit son cruciales”.
Es que justamente, la falta de vínculos con grandes inversionistas es lo que se vuelve el gran desafío de expansión para las empresas de la región. El mercado latinoamericano está despegando, por lo que los bioemprendimientos necesitan de un impulso mayor para ver crecer sus innovaciones, las que muchas veces, con el apoyo correcto, se convierten en grandes soluciones para la humanidad. “Las empresas que vienen desde América Latina pueden encontrar en USA un mercado mucho más grande, mejor capitalizado, más acceso al capital en muchos casos y muchos más clientes también. En cuanto a los inversionistas, o las personas que apoyan el ecosistema de la innovación, tienen acceso a buenas ofertas con un precio mucho más atractivo que las nuevas empresas estadounidenses, por lo que es mucho más asequible invertir y apoyar equipos que son muy innovadores y que tienen perspectivas únicas sobre las cosas”, observó Burtov.