El Vehículo Solar ‘Tronador’: Un legado de aprendizaje y experiencia del profesor Carlos Puga

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Se cumplen 35 años de «Tronador», el vehículo solar reconocido como un hito en la historia de la Movilidad Eléctrica en Argentina

A más de tres décadas del diseño y construcción del Vehículo Solar “Tronador”, su creador, el Magíster Carlos Puga, reflexiona sobre los innumerables aprendizajes y experiencias que le permitieron llevar a cabo esta increíble realización.

En la construcción de este proyecto, Puga, que en ese momento era joven técnico en electrónica que ejercía la docencia, ha experimentado una montaña rusa de emociones, desde las alegrías y éxitos más grandes hasta los fracasos y decepciones más desalentadoras. Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos que se le presentaron en el camino, siempre encontró la fuerza y determinación para insistir en la necesidad de educar y adoptar la Movilidad Eléctrica en la Argentina.

“Mi fuente de inspiración fue ver cómo el vehículo diésel de mí padre, contaminaba tanto y jamás funcionaba bien en invierno, además generaba mucho ruido. Debía haber una solución a esas problemáticas”, comenta Carlos recordando el inicio de aquella experiencia.

Así fue que el camino de Carlos Puga comenzó con una visión clara de un futuro sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Convencido de que la Movilidad Eléctrica era una parte esencial de esta visión.

En mayo de 1988, motivado por una competencia para demostrar las posibilidades de los vehículos eléctricos, organizada por Ariel C. Rietti (creador del vehículo solar “Ariel Ra” en 1975), decidió embarcarse en la creación del un vehículo solar que llevó el nombre de “Tronador”.
Durante la construcción de Tronador, hubo muchos momentos muy lindos, pero también otros de desesperación, cuando los obstáculos parecían insuperables.

“Con el apoyo de mi madre, y una negociación acorde (prometí mantener todo impecable), pude utilizar el living de casa para diseñarlo y armarlo. También poder utilizar el frente de la casa (sobre la vereda) para improvisar una “Cabina de Pintura” de ser necesario”, recuerda Puga.

Habiendo superado este primer escollo, ahora debía conseguir los distintos materiales que faltaban, al precio más bajo posible o en donación. El Sr. Rietti, proveyó a préstamo el panel solar foto-voltaico y un motor eléctrico de corriente continua, el resto debía correr por cuenta de cada constructor.

“Las baterías y el resto de la tecnología que se conseguía en esa época en nuestro país para construir un vehículo solar/eléctrico, eran o muy básicas o extremadamente caras para mí”, dice Puga y agrega, “Resulta increíble la actitud de la gente que escucha sobre un proyecto de estas características. Algunos se muestran incrédulos o indiferentes, otros te toman por ‘loco’ o por ‘genio’, pero varios te apoyan y desean participar con lo que puedan”.

En octubre de 1988, el primer vehículo solar de La Matanza y Zona Oeste, estuvo listo para competir, respecto de los primeros autos eléctricos, Tronador se diferenciaba por su diseño más ágil, liviano y pequeño, aprovechaba mejor la energía eléctrica, además utilizaba la energía solar para su recarga de baterías. Su autonomía era de 2 horas y media de uso continuo.
Después de esa primera competencia, donde se demostró que Tronador funcionaba bien, la historia continuó. En 1989, todos los vehículos que habían participado, pudieron volver a mostrarse en una “Exposición a Cielo Abierto” en la Sede Central del “Automóvil Club Argentino” (A.C.A.). También se hizo otra competencia menos importante.

En 1990, la actividad tomó impulso, se realizó la “La Feria de los Inventos” en el ex Centro Municipal de Exposiciones de Av. Figueroa Alcorta, allí los vehículos eléctrico tuvieron un stand y pudieron mostrarse tanto en el playón como en la calle. Se organizó una nueva competencia con presencia de los grandes medios de comunicación que hicieron reportajes y la sociedad argentina pudo ver las posibilidades de la movilidad eléctrica.

Ya en el año 1991, la Fundación URBE, con apoyo de Canal 13 y varios artistas, entre ellos el cantante Sylvestre, Paula Martínez, Horacio Fontova, etc., organizan el “Primer Rally Ecológico de la Ciudad de Buenos Aires”. En esta ocasión, Tronador fue conducido por Sylvestre, que además es un ex-piloto de kartings, quien logra ganar la competencia, pero un tema de “reglamento” se le otorgó el “segundo puesto”.

En 1996 Puga viaja a Australia para ver el World Solar Challenge, a su regreso a Buenos Aires, volvió lleno de experiencias y entusiasmo, con la idea de construir un nuevo vehículo solar para participar en el WSC’98, buscó sponsor para solventar los costos, pero su esfuerzo resultó sencillamente infructuoso.
El 4 de marzo de 1999 Puga invita a Hans Tholstrup a brindar una conferencia en Buenos Aires para explicar las ventajas tanto técnicas como educativas y comerciales de construir un auto solar para el próximo WSC, logrando buena difusión y la asistencia de mucho público. A pesar de todo no pudo conseguir la financiación.

Hasta el día de hoy, ningún argentino ha podido participar en el WSC, siendo para Carlos un sueño que aún no se ha cumplido.

De todas maneras, esta epopeya ha dejado el legado y la enseñanza de la necesidad de cuidar el medio ambiente, utilizando tecnologías amigables, como lo son las que actualmente usan los EV CARS y las energías alternativas (solar, eólica, etc).

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