Como coach y con mi experiencia en ámbitos empresariales y privados, pude observar que en el trasfondo de la comprensión, que somos seres de energía, se presenta una oportunidad única para abordar la gestión interna de nuestras energías al cierre de este año. Desde la premisa consolidada de que nuestra energía es un componente esencial de nuestro ser, se abre un espectro ilimitado de herramientas para evaluar y modificar conscientemente nuestra resonancia energética.
En este contexto, cabe reflexionar sobre la responsabilidad intrínseca que poseemos en la creación y dirección de nuestras propias energías. Este principio, aunque pueda resonar como una afirmación trillada, encuentra sustento en la práctica y la experiencia tangible. Desde la aplicación de la medición a través de las máquinas de medición energética con las que trabajo, se presenta la oportunidad de compartir una perspectiva profesional sobre cómo cerrar el año enriqueciendo nuestra experiencia energética y desafiando la creencia arraigada de tener que esperar a que finalice un ciclo para que otro más próspero inicie.
A continuación, cinco principios prácticos para la optimización energética:
1. Autoconocimiento Intrínseco: Para avanzar hacia metas y deseos cambiantes, es imperativo conocernos a nosotros mismos sin filtros subjetivos. La evolución constante de nuestras aspiraciones requiere un entendimiento profundo y dinámico de nuestro ser interno.
2. Alineación Interna Inmutable: Aprender a alinearse significa cultivar una conexión interna que resiste los vaivenes de factores externos. La estabilidad emocional se convierte en un activo invaluable cuando no permitimos que influencias externas perturben nuestro equilibrio.
3. Renovación sin ataduras: Romper con convenciones sociales y reconstruir nuestro camino sin preocuparnos por las percepciones ajenas es un paso crucial hacia la autenticidad. Recordemos que nadie más vive nuestra vida ni tiene la capacidad de dictar nuestro camino.
4. Desafío Matutino: Desde el mismo momento en que abrimos los ojos, desafiarnos a nosotros mismos se convierte en una herramienta para el crecimiento personal. Incluso dedicar tan solo 10 minutos a la actividad física diaria puede transformar nuestro estado de ánimo y perspectiva.
5. Resonancia Energética Consciente: La energía, al igual que un imán, atrae situaciones y emociones afines. Observar la resonancia de nuestra energía con momentos incómodos, ansiedad o dolor nos proporciona una valiosa pista sobre la alineación de nuestra vibración interna.
En conclusión, la capacidad de modificar nuestra sintonía energética no requiere la espera de un nuevo año. Este es un proceso continuo y accesible en cualquier momento que elijamos emprender. Al abrazar conscientemente estos principios, tenemos la oportunidad de cerrar el año no solo con reflexión, sino también con la acción proactiva de mejorar nuestra resonancia energética.
Por Alejandra Pujó coach y CEO de Emoción en Movimiento