Dengue, embarazo y lactancia: claves y alertas

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By Agencias

Por Iardena Stilman Puericultora y Directora Ejecutiva de ACADP @acadp_lactanciaycrianza

¿Tenés repelente? espirales? ¿Una receta magistral para proteger tu cuerpo que viste en Instagram?

Hasta no hace mucho, el repelente en crema, que abundaba en la góndola, pasaba de largo ante mis ojos frente a la practicidad del aerosol y ahora lo compraría como producto preciado…

El Dengue llegó y no parece querer irse. Es más, no tenemos un medicamento que lo extinga, ni las armas eficientes para protegernos y que se vaya de una buena vez.

La información corre con mensajes de todo tipo y , al menos yo, espero deseosa que llegue un buen frío que los congele y salgan del rum rum que hacen en mi cabeza.

¿Y qué pasa con los posibles contagios en embarazadas y en bebés?

Lo primero que quiero aclarar es que soy puericultora y directora ejecutiva de la Asociación Civil Argentina de Puericultura (ACADP) y esta nota la escribo simplemente porque busqué información para poder transmitir a quienes me consultan.

Pero primero hagamos un pequeño repaso del ABC del DENGUE aunque ya muchos lo sepamos de memoria.

El dengue (fiebre quebrantahuesos) es una infección vírica que se transmite de los mosquitos a las personas. Es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales.

La mayoría de las personas que contraen dengue no tienen síntomas. Cuando estos aparecen, suelen ser fiebre alta, dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo, náuseas y erupciones en la piel. En la mayor parte de los casos, la persona se cura en una o dos semanas, pero a veces la enfermedad se agrava y requiere hospitalización.

En los casos más graves, el dengue puede ser mortal.

Se puede reducir el riesgo protegiéndose de las picaduras de los mosquitos, sobre todo durante el día.- El tema es con ¨que¨ cuando tenemos un mercado que especula con la necesidad.

El dengue se trata con medicamentos que alivian el dolor, pero por el momento no hay ningún tratamiento específico. Paracetamol. No se recomienda ni el ibuprofeno ni la aspirina. Lo mejor, como siempre, es acudir al médico o personal de salud calificado.

Cuando aparecen síntomas, lo suelen hacer entre 4 y 10 días después de la infección y duran de 2 a 7 días. Pueden ser:

  • Fiebre elevada (40 °C/104 °F)
  • Dolores musculares y articulares
  • Dolor detrás de los ojos
  • Dolor de cabeza muy intenso
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sarpullido
  • Agrandamiento de ganglios linfáticos

Las personas que se infectan por segunda vez corren más riesgo de que la enfermedad se agrave.

Personas gestantes: La principal vía de transmisión del virus del dengue entre los seres humanos son los mosquitos vectores, la enfermedad no se transmite entre personas. Con todo, hay pruebas de que pueden darse casos de transmisión gestante (transmisión vertical-de la persona gestante a su bebé), aunque las tasas son bajas y el riesgo de ese tipo de transmisión se encuentra ligado aparentemente al momento en que se produce la infección durante el embarazo. Cuando una persona gestante está infectada por el virus del dengue, es importante que avise al personal médico que realiza los controles de embarazo, ya que se han registrado casos de prematurez relacionada a la enfermedad.

Lactantes: Son innumerables los beneficios de la lactancia humana. La leche humana es un tejido vivo que otorga, además de la nutrición adecuada,una elevada cantidad de inmunoglobulinas que protegen a los lactantes y ayudan a fortalecer su sistema inmunológico. Por lo tanto, si un lactante contrae dengue puede ser amamantado y la leche humana sigue siendo la mejor protección que puede recibir. 

Hasta el momento no hay evidencia de transmisión del dengue a través de leche humana. Se han encontrado partículas virales en estas leches , pero por ahora se sostiene que por las características antivirales y anti infecciosas de la leche humana, la presencia de estas partículas no conduce a la enfermedad del lactante, o sea es mayor la carga de anticuerpos que la posibilidad de contagio por ser pequeña la cantidad de partículas del virus en la leche de la persona infectada.

Cuando un bebé se enferma, es fundamental mantenerlo bien hidratado, otra de las características de la LH es su poder de hidratación. Es posible que el bebé esté más demandante y pida, a su manera, ser amamantado con más asiduidad, no dudes en hacerlo. Se está hidratando, nutriendo  y recibiendo lo que su cuerpo necesita. Si está debilitado y no lo hace, podés suministrarle tu propia leche a través de una jeringa sin aguja, vasito o biberón. Para más información la ACADP cuenta con un consultorio virtual de atención gratuita. Mandanos un whatsapp al 0113638-8199 y una puericultora de nuestro equipo se contactará y guiará para poder continuar con la lactancia y hacerlo de la mejor manera posible en cada caso o situación particular.

En caso de que la madre se encuentre muy débil para amamantar, se puede extraer su leche para darle a su bebé, una vez más y si conocen a alguien en esta situación, les recomiendo hacer una consulta gratuita en nuestro consultorio virtual ya que todas las fuentes consultadas acuerdan con que en caso de dengue no grave tanto en etapa gestacional como post nacimiento, la recomendación es iniciar y/o mantener la lactancia humana también durante el periodo de enfermedad.

Se puede reducir el riesgo de contraer el dengue protegiéndonos de las picaduras de mosquito con:

  • ropa que cubra el cuerpo lo máximo posible.
  • mosquiteros en ventanas y puertas.
  • tul en cunas y cochecitos si duermen durante el día.

Si se contrae el dengue, es importante:

  • Beber mucha agua- solo en caso de no ser lactante.
  • Descansar mucho.
  • Tomar paracetamol para aliviar el dolor- solo en caso de adultos.
  • Estar atento a la aparición de síntomas graves y consultar al médico lo antes posible si aparecen.

Hasta la fecha, en nuestro país se ha aprobado y autorizado una vacuna (Dengvaxia®). Sin embargo, solo protege a las personas que ya han tenido dengue. Se están evaluando otras vacunas candidatas contra esta enfermedad.

Por último y para el bien de todos, limpiar y retirar los recipientes donde puede haber agua estancada. Por ejemplo esas plantitas que están creciendo en agua, pasarlas a macetas con tierra, vaciar y secar esas fuentes de agua que algunos tienen de adorno. Limpiar diariamente los recipientes de agua de nuestras mascotas. Son los pequeños actos individuales y gratuitos tan necesarios para que el mosquito no siga siendo un gran problema para nuestra sociedad.

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