Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, la tecnología educativa (EdTech) es uno de los motores de crecimiento más poderosos para la región y en 2021, se invirtieron casi $500 millones de dólares en el ecosistema, venture capital (vc).
Por Alfredo Vercelli, presidente de Educaria.
Actualmente y a partir de la nueva normalidad post pandemia, en la cual la vida digital tomó una gran relevancia, el mercado de la tecnología educativa (EdTech) cuenta con más de 1.500 empresas, creando más de 4.500 empleos y atrayendo mil millones de dólares en inversiones durante los últimos 10 años. Los inversionistas de América Latina y el Caribe (LAC) ahora pueden ver la gran oportunidad que representa EdTech y la región está atrayendo inversionistas globales que igualmente perciben la oportunidad.
Con 108 startups vinculadas al mercado EdTech (8% del total regional), la Argentina concentra el 11% del capital de inversión de riesgo. Estas empresas se concentran principalmente en el segmento de soluciones para la educación obligatoria (primaria y secundaria), seguido de educación superior (24%) y formación profesional (20%). No obstante, la financiación de capital de riesgo se concentra en este último segmento (70%), dejando a la educación superior y obligatoria en un segundo plano, con el 11% cada una.
En Educaria vemos a Latinoamérica como el espacio de crecimiento perfecto. Nuestra presencia en Argentina, Chile y Perú ya son un indicio, y se han reforzado con la adquisición de la empresa Acadeu, convirtiéndonos en el principal operador del sector educativo de habla hispana. No sólo pensamos crecer en estos países de manera orgánica, sino que ya estamos estudiando llevar nuestra empresa a México y Colombia, proceso que se hará a través de adquisiciones de empresas existentes en estos países. Los fondos necesarios para este desarrollo provendrán de fondos de inversión que ven al sector de EdTech como uno de los más atractivos para invertir.
Este mercado cuenta con grandes ventajas para la educación: acelera la recuperación económica, aborda las desigualdades, aumenta el acceso y multiplica el apoyo y el impacto de los padres, mentores, maestros e instituciones de América Latina y el Caribe (LAC). Por su parte, Argentina tiene un potencial enorme porque todavía hay un alto número de colegios que no utilizan herramientas de avanzada en el manejo de su información y la pandemia ha hecho evidente la necesidad de su uso.
Los beneficios de la tecnología educativa son múltiples y cubren la mayor parte del proceso que se realiza en los colegios:
- Cada colegio puede tener toda la documentación de los alumnos de manera centralizada,
- Analizar la información de cada estudiante,
- Integrar fácilmente el ecosistema de información propio del colegio, y
- Brindar un alto nivel de seguridad en el manejo de los datos.
A partir de la pandemia, el uso de plataformas de enseñanza-aprendizaje y de herramientas y sistemas de gestión para administrar colegios que construyen entornos responsive/adaptativos, son moneda corriente en esta nueva era digital y sin dudas, es un camino de acompañamiento a instituciones privadas y públicas que recién comienza.