Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Cuando el arte se devela en más de una faceta, la expresión redunda en riqueza. El contraste es un desafío que se ha impuesto el Hotel Villa Real al acoger en su interior el East 47, uno de los locales más modernos y cosmopolitas del centro de Madrid. Enmarcado en un ambiente de estilo pop art neoyorquino debe su nombre a la dirección del estudio de Andy Warhol en la Calle 47 del East Side de Nueva York.
La puesta es escenográfica. Allá al lado, en el corazón mismo del hotel de Derby Hotels Collection emerge el arte del mosaico y piezas arqueológicas que lo convierten en un pequeño hotel museo que combina a la perfección arte y elegancia. De este lado, la osadía de la modernidad en una puesta ecléctica. Con mirada acogedora del intimismo típico de la Gran Manzana, se despliega un menú que se destaca por la tapas y propuestas de inspiración mediterránea, pero con una reinvención que aporta original diseño.
En temporada de primavera-verano, la terraza en la Plaza de las Cortes se convierte en el lugar perfecto para disfrutar del buen tiempo en Madrid. El bar con balconeo perfecto frente al Congreso de los Diputados.
Su cocina de autor combina gustos tradicionales, una creativa oferta gastronómica que se sirve entera o en medias raciones. Selectos aperitivos, jamón ibérico, croquetas, ensaladas y las creaciones más exquisitas donde el mar y las carnes se mezclan en un devenir que puede no tener fin.
Una receta en apariencia simple, pero con ingredientes frescos de la mejor calidad y un aceite para mojar pan, literalmente, en dos versiones posibles que por sabor y soberbia, podría convertirse en la cena completa.
El bacalao encamisado, el pulpo sobre un acolchonado puré de papas, el sonrojado roast beaf que se convierte en un manjar inmanejable y, pongámonos de pie para leer su nombre: el indescriptible canelón de pato con manzana gratinada y foie, que se deshace en una explosión perfecta de sutiles sabores. Una sorpresa inesperada para el paladar. La combinación del sabor de la carne de ave con el punto dulce y ácido de la manzana y el remate gourmet del foie. Imprescindible en la mesa del East 47, no partas sin darle una probada. Como la moneda en la fuente, es la garantía de que volverás a Madrid, sólo para probar otro.
Una energía simbiótica que no falla…