Bonarda: la reivindicación de una cepa con historia

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By Pablo Casabona

Por Maria Alejandra Bidaseca | Fundadora y Directora de Winexperts de Argentina.

La variedad Bonarda Argentina muestra con orgullo todo su potencial, con vinos que brillan en diferentes estilos.  Por eso se festejará la semana de esta cepa que obtiene por fin su reivindicación.

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La bonarda nativa de la región francesa de Saboya, bajo el nombre Corbeau Noir, llega a nuestro país a través de las corrientes inmigratorias de fines del siglo XIX, iniciando su cultivo en la región de Cuyo.

Durante mucho tiempo fue un humilde vino de corte, que por su intenso color y bajo costo formaba parte del vino de mesa que se vendía en damajuanas. Hace tiempo un conjunto de enólogos, estimulados por los comentarios de asesores extranjeros, decidieron reivindicar al Bonarda, dándole un cuidado especial.

La bonarda produce vinos de colores intensos, en nariz suelen aparecer atractivas notas frutales de frutas rojas como ser la frambuesa, frutillas o cerezas y frutas negras como ser moras, ciruelas o arándanos. En boca es agradable y dulce y sus taninos son suaves y le brindan elegancia al vino.

En Argentina, las zonas de producción se centralizan en el Este de Mendoza, considerando esa región como la cuna de la bonarda.

Con respecto al mercado externo, durante el año 2019 las exportaciones de vinos varietales elaborados con la variedad Bonarda alcanzaron un total de 32.429 hl, por un valor FOB de 7.243.000 dólares. El 39% del total exportado en 2019 de vinos de Bonarda corresponde a varietal puro y 61% a cortes con otras variedades.

El principal destino de los vinos varietales puros en 2019 fue Canadá, seguido por Brasil. Luego figuran Estados Unidos, Reino Unido y Rusia. En tanto para el corte con otras variedades los principales destinatarios fueron: Irlanda, Reino Unido, Bélgica, Brasil y Paraguay de acuerdo a los datos elaborados por el INV.

La bonarda se ha transformado en una variedad de vinos que tiene gran potencial, que puede traer grandes resultados y respuestas por parte de los consumidores en el exterior.

Hoy en día, gracias al cuidado especial realizado por algunas bodegas, se obtienen vinos bonarda elegantes, con leve grado de alcohol, taninos maduros que no alcanzan agresividad y un sabor a frutos negros.

Es una cepa que está sorprendiendo gratamente a los consumidores y que va encontrando su lugar, de fácil de tomar y principalmente de baja graduación alcohólica, característica distintiva ante las nuevas tendencias.

La bonarda encuentra su lugar en las mesas de los consumidores del mundo, como cepa de muy buen color, de taninos suaves, fácil de tomar y  de baja graduación alcohólica, característica distintiva ante las nuevas tendencias.

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