Por el Dr. Leonardo Ferlini, Médico oftalmólogo y co fundador de Dry Spa Latam
El tratamiento del ojo seco no se limita a una única solución, sino que se basa en un enfoque integral y progresivo. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, las recomendaciones pueden incluir desde cambios sencillos en la rutina hasta procedimientos médicos especializados. En los casos leves, los tratamientos iniciales suelen centrarse en el uso de lágrimas artificiales para aliviar la sequedad, junto con la adopción de hábitos que reduzcan los factores que agravan el problema.
Evitar ambientes secos, descansar regularmente de las pantallas y mantener una buena higiene palpebral son medidas clave para mejorar la salud ocular. A medida que el ojo seco progresa, se introducen opciones más específicas, como medicamentos antiinflamatorios tópicos y suplementos de omega-3, que ayudan a reducir la inflamación y a estabilizar la película lagrimal.
Además, existen tratamientos más modernos y complementarios que pueden potenciar los resultados del manejo médico.
¿Cuáles son las opciones más modernas que existen en la actualidad?Entre las innovaciones más destacadas se encuentra Rexon-Eye, un tratamiento que puede emplearse en cualquier etapa del ojo seco. Este dispositivo utiliza estimulación eléctrica de baja frecuencia para regenerar las células y mejorar la función lagrimal. Es una solución no invasiva, cómoda y eficaz para varios tipos de ojo seco. Otra opción avanzada es la luz pulsada intensa (IPL), un procedimiento diseñado para tratar no solo el ojo seco, sino también afecciones cutáneas como la rosácea. Este tratamiento es especialmente efectivo en pacientes con inflamación crónica de las glándulas de Meibomio, ayudando a mejorar la calidad de las lágrimas y reduciendo los síntomas.
Otras Opciones de Tratamiento
Existen otros procedimientos que complementan el enfoque terapéutico del ojo seco:
• Punctum plugs: Pequeños dispositivos de silicona que se colocan en los conductos lagrimales para prevenir el drenaje excesivo de lágrimas. Son especialmente útiles en casos moderados a severos, ya que ayudan a mantener la hidratación ocular durante más tiempo. Este procedimiento es rápido, seguro y brinda resultados efectivos.
• Microblefaro exfoliación: Indicada para pacientes con blefaritis o disfunción de las glándulas de Meibomio. Consiste en una limpieza profunda de los párpados para eliminar bacterias y residuos acumulados, reduciendo la inflamación crónica y mejorando la salud palpebral.
Cambios de Hábitos y Cuidados Complementarios
Además de los tratamientos médicos, los pacientes pueden implementar ciertos cambios en su rutina diaria para controlar los síntomas del ojo seco y prevenir complicaciones:
• Higiene palpebral: Utilizar toallitas específicas o geles limpiadores ayuda a mantener los párpados libres de bacterias y residuos que pueden agravar los síntomas.
• Compresas tibias: Aplicar calor en los párpados estimula la producción de lípidos, mejorando la estabilidad de la película lagrimal. Este hábito es especialmente beneficioso en casos de disfunción de las glándulas de Meibomio.
• Ambientes adecuados: Usar humidificadores en espacios cerrados y evitar el flujo directo de aire acondicionado o calefacción ayuda a mantener la humedad ocular.
• Descansos visuales: Tomar pausas regulares al trabajar frente a pantallas reduce el estrés ocular y evita el empeoramiento de los síntomas.
El manejo del ojo seco requiere una combinación de medidas adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente. Desde dispositivos avanzados como el Rexon-Eye hasta cambios sencillos en los hábitos diarios, cada intervención contribuye a mejorar la calidad de vida y la comodidad ocular. Si experimentas síntomas de ojo seco, consulta a un especialista. Un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia.