Si bien todo el año debe trabajarse en las medidas para eliminar al mosquito vector del dengue, la llegada de la temporada de calor suele ser uno de los momentos en los que la prevención está a la orden del día.
El dengue ya se ha transformado en un problema para la salud pública a nivel mundial. Según la Organización Panamericana de la Salud -oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- el número de caso de dengue en las Américas se ha incrementado en las últimas cuatro décadas: pasó de 1,5 millones de casos acumulados en la década del 80, a 16,2 millones en la década del 2010-2019.
En tanto, según el Ministerio de Salud de la Nación, entre el 1 de enero y el 24 de diciembre de 2023 se registraron 128.129 casos autóctonos, 1.775 importados y 7.477 estaban en investigación. Además, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires informó el pasado 3 de enero cinco casos de dengue autóctono (tres están confirmados y los otros dos son probables).
“El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, que se convierte en vector cuando se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas”, explica la Dra. Paola Caro (MN 113.445), directora Médica de vittal; y remarca que el contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra. Además, detalla que las personas infectadas poseen el virus en el torrente sanguíneo desde 1 día antes y hasta 5 ó 6 días posteriores a la aparición de la fiebre.
Los síntomas de dengue pueden ser clínicamente inaparentes o pueden causar una enfermedad de variada intensidad ya que es “una enfermedad sistémica y muy dinámica, con un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días”, cuenta la especialista.
En tanto, las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas leves de la enfermedad, que solo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días); a otros cuya fiebre se asociada a intenso malestar general, cefalea, náuseas-vómitos, cansancio intenso, dolor retro ocular, dolor muscular, dolores articulares, prurito, y síntomas digestivos tales como discreto dolor abdominal y, a veces, diarrea. En este marco, la Dra. Caro indica que es fundamental que ante síntomas de dengue, la persona no se automedique y consulte al médico para que se le indique la medicación adecuada.
Asimismo, subraya que en el 50% de los casos los síntomas pueden acompañarse de una erupción cutánea y que “algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves (dengue grave) en las que hay manifestaciones hemorrágicas y pueden llevar a un cuadro de shock”.
Tratamiento y prevención de dengue
Acerca de la prevención, la mejor forma de pelear contra el dengue es eliminar todos los criaderos de mosquitos tanto dentro como fuera de la casa.
Como se sabe, muchos de los recipientes donde el mosquito se cría son latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados, etc. Estos recipientes deben ser eliminados; y de no ser posible, se debe evitar que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos permanentemente (portamacetas, bebederos).
Por otro lado, y a diferencia de lo que se suele creer, la fumigación no es una solución definitiva ni la más eficaz para eliminar a los mosquitos o prevenir las enfermedades que transmiten. “Si bien en las épocas de calor, la fumigación colabora en la reducción de insectos, es preciso saber que solo mata a una parte de los mosquitos adultos y no afecta a las larvas, pupas y huevos. Por eso, se utiliza principalmente como medida de control ante emergencia sanitaria, es decir, cuando aparece un caso sospechoso de zika, dengue o chikungunya”, remarca la Dra. Caro. También anota que una vez que el insecticida cae al piso o se evapora ya no ejerce efectos sobre los mosquitos.
Cabe recordar que para prevenir la picadura del mosquito, se pueden colocar mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas; usar repelentes sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada 3 horas; reducir la exposición al aire libre; y utilizar ropa clara que cubra la piel.
Sobre ello, la Dra. Caro consigna que “en verano primero se aplica el protector solar y luego de unos 20 minutos, el repelente”.
Vacuna QDENGA
En abril de 2023 la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina autorizó el uso de la vacuna contra el dengue TAK-003, conocida como QDENGA. Es desarrollada por el laboratorio japonés Takeda para todas las personas mayores de 4 años, hayan cursado o no previamente la enfermedad, y ya se encuentra disponible en las farmacias.
“La vacuna contra el dengue es eficaz y segura. Los resultados del estudio TIDES mostraron una disminución del 84% de las hospitalizaciones por dengue y una reducción del 61% los casos de dengue sintomático. Además, a los 12 meses de la aplicación de las dosis la eficacia general se elevó al 80,2% para prevenir los casos sintomáticos”, realza la Dra. Caro. Y agrega que “con el tiempo, la vacuna logra que la respuesta inmune se haga más robusta. Qdenga cumplió un criterio de valoración clave al prevenir 90,4 % las hospitalizaciones un año y medio después de la vacunación”.
Según afirma, una de las grandes ventajas de esta vacuna es que puede aplicarse en las personas que ya hayan cursado la enfermedad de dengue, que son quienes están en riesgo de desarrollar cuadros más severos.
“Se aplica en forma subcutánea, con un esquema de 2 dosis separadas por 3 meses. Está diseñada para inducir respuestas inmunes protectoras humorales y celulares contra los cuatro serotipos del dengue”, explica la Directora Médica de vittal.
Luego, enfatiza que por ser una vacuna a virus vivos atenuados tiene algunas contraindicaciones como, por ejemplo, el embarazo, personas en período de lactancia materna y quienes tengan defensas bajas (personas inmunocomprometidas que reciben corticoides a altas dosis, trasplantados, o personas recibiendo quimioterapia).
Finalmente, es importante recordar que la vacunación no cumple con la función de bloqueo frente al actual brote de dengue por lo que se recomienda continuar con las medidas de prevención y control del vector.