Mastellone Hnos. realiza la segunda edición de la campaña “El desayuno no se toma vacaciones” con el objetivo de incentivar que las personas conserven sus hábitos alimentarios en vacaciones de invierno, teniendo al desayuno como su principal aliado.
El desayuno es la primera comida del día, fundamental para tener la energía necesaria para comenzar las actividades diarias. Sin embargo, si bien se conocen sus beneficios, las vacaciones suelen modificar las rutinas alimentarias eliminando en algunos casos el desayuno.
Levantarse de la cama temprano con frío, sin una rutina fija, se vuelve un reto y como consecuencia el desayuno se suele superponer con el almuerzo y queda relegado. Mantener las rutinas saludables en el receso escolar es fundamental para evitar así la pérdida de hábitos alimentarios que se construyeron durante el año.
Dedicarle al menos 15 minutos al desayuno, preferentemente sentados en la mesa relajados sin una presión horaria puede hacer la diferencia para evitar la pérdida de este hábito alimentario fundamental. Por otro lado, una estrategia, puede ser retrasar el almuerzo y realizar el desayuno a media mañana, logrando así consumir las 4 comidas importantes del día.
“Lo hemos escuchado muchas veces: el desayuno es la comida más importante del día y por ello es necesario que reparemos en el tipo de alimento que elegimos, cubriendo así los requerimientos nutricionales”
Agustina de Momi, nutricionista del Departamento de Información Nutricional de Mastellone Hnos.
El desayuno aporta aproximadamente un 25% de la energía diaria. Además, es una oportunidad para incorporar alimentos que aseguren cubrir nutrientes esenciales como el calcio, la vitamina D, entre otros. Es importante que se elijan alimentos saludables como una porción de lácteos, frutas, y cereales/legumbres.
“Es primordial aprovechar nuestra primera comida para consumir los nutrientes que necesitamos. Si no tenemos apetito ni bien nos levantamos, la ingesta de alimentos se puede ir realizando durante la mañana. Alimentos como la leche, yogur o queso contribuirán a los aportes de proteínas de buena calidad y de calcio, necesarios para la salud ósea. Además, están fortificados con Vitamina D, nutriente clave cuando nos exponemos menos a la luz solar.
Combinar cereales integrales, nos aportará la energía necesaria para comenzar el día y fibra para el cuidado de la salud intestinal e incluir variedad de frutas, es una manera de sumar vitamina C a nuestro desayuno. Las vacaciones de invierno pueden ser una buena ocasión para involucrar a niñas y niños en su preparación y de esta manera fomentar el hábito de desayunar incluyendo alimentos saludables.”, sugiere Agustina de Momi.