Cada 25 de junio se conmemora el Día Mundial del Vitíligo, una ocasión para concientizar sobre esta condición que no solo afecta la piel, sino también la autoestima. La Dra. Cecilia Raco, dermatóloga de DIM CENTROS DE SALUD y especialista en vitíligo, ofrece cinco claves específicas para comprender, aceptar y convivir con esta afección.
¿QUÉ ES EL VITÍLIGO?
Es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de manchas blancas. Éstas se producen por la destrucción de los melanocitos, que son las células encargadas de producir melanina (pigmento responsable de dar color a nuestra piel, pelo y mucosas). Puede afectar tanto a niños como a adultos. Aparece con mayor frecuencia entre los 10 y 30 años, en 1 persona por cada 100 habitantes. Afecta a todas las razas, se presenta por igual en hombres y mujeres. Las causas no son del todo conocidas, pero se sabe que intervienen múltiples factores.
Hay una predisposición genética (lo que explica que uno de cada 5 de los pacientes con vitíligo tiene un familiar de primer grado con vitíligo), factores inmunológicos (se considera una enfermedad autoinmune) y emocionales (es frecuente el debut o progresión del vitíligo en situaciones de estrés o angustia). Estos factores conducen a la destrucción de los melanocitos y la consecuente pérdida de pigmento (color). Se trata de una enfermedad benigna que no pone en riesgo la salud general de los pacientes, la consecuencia de las manchas es estética y el impacto emocional es variable. En caso de realizar un tratamiento, debe ser indicado y supervisado por un médico.
¿QUÉ FACTORES SE CONSIDERAN COMO DESENCADENANTES PRINCIPALES DEL VITÍLIGO?
Entre las causas del vitíligo figuran la herencia genética, ya que el 30% de las personas con vitíligo cuentan con antecedentes familiares de esta enfermedad de la piel y existen factores que actúan como detonantes/desencadenantes, como una quemadura solar, un traumatismo, un episodio de estrés o la exposición a productos químicos, entre otros. El vitíligo se ha asociado también a otras enfermedades como la diabetes, la anemia perniciosa, la enfermedad de Addison y las enfermedades tiroideas, entre otras.
¿CUÁLES SON LOS TRATAMIENTOS? ¿EXISTEN NUEVAS INVESTIGACIONES O AVANCES?
Ningún medicamento puede detener el proceso del vitíligo, pero algunos medicamentos, usados solos, en combinación o con fototerapia, pueden ayudar a recuperar algo del tono de la piel. Existen cremas con corticoides son eficaces y fáciles de usar, pero es posible que no se observen cambios en el color de la piel durante varios meses.
Los posibles efectos secundarios incluyen el adelgazamiento de la piel o la aparición de rayas o líneas. Las pastillas o las inyecciones de corticoides pueden ser una opción para las personas cuya afección avanza con rapidez o en casos severos. Los ungüentos inhibidores de la calcineurina, como el tacrolimus, podrían ser eficaces para las personas con pequeñas zonas de despigmentación, especialmente en la cara y el cuello.
Existen otras terapias vía oral que incluyen otros inmunosupresores, pero deben consensuarse con el especialista y utilizar según cada caso en particular.
La fototerapia con rayos ultravioleta B (UVB) de banda estrecha detiene o retrasa el avance del vitíligo activo. Puede ser más eficaz cuando se combina con corticoides o inhibidores de la calcineurina. El tratamiento deberá realizarse de dos a tres veces por semana. Para notar algún cambio, deben pasar de uno a tres meses, y para obtener mayores efectos, deben pasar seis meses o más. Los posibles efectos secundarios incluyen enrojecimiento, picazón y ardor.
Si la fototerapia y los medicamentos no han funcionado, algunas personas con enfermedades estables pueden ser candidatas para la cirugía, como el injerto de piel sana y pigmentada a áreas que han perdido pigmento, entre otras técnicas quirúrgicas se encuentran el injerto de ampollas o el trasplante de suspensión celular.
Recientemente la FDA (USA) aprobó el ruxolitinib tópico para el tratamiento del vitíligo no segmentario en pacientes de 12 años o más, y siguen esa esa misma línea el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
¿QUÉ RECOMENDACIONES DARÍA A LOS PACIENTES CON VITÍLIGO PARA EL CUIDADO DIARIO DE SU PIEL?
Se recomienda una higiene adecuada con productos de limpieza suaves y sin fragancia para evitar la irritación de la piel, evitar frotar la piel y secarla suavemente sin frotar. Las personas con vitíligo son más susceptibles a las quemaduras y daño solar, por eso es importante proteger la piel con fotoprotectores solares con un factor de protección alto, ropa protectora (sombreros o prendas largas) y evitar la exposición solar en horas pico.
Se recomienda un estilo de vida saludable, haciendo ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y reducir el estrés pudiendo ayudar a mejorar el estado inmunológico. Se recomienda una dieta rica en antioxidantes, vitamina C y E y se desaconseja consumir alimentos procesados o que contengan gluten o lactosa, ya que una dieta equilibrada puede favorecer a la producción de melanina.
¿CÓMO PUEDE AFECTAR EL VITÍLIGO A LA SALUD EMOCIONAL DE LOS PACIENTES?
El vitíligo puede tener un impacto significativo en la salud emocional y el bienestar de las personas. Puede provocar un daño en el autoestima y confianza de las personas (belleza y/o valía personal), afecta las relaciones sociales y la interacción con los demás (discriminación o estigmatización). Además, puede alterar el desempeño laboral (inseguridad o preocupación por la percepción de terceros). Por eso, se recomienda buscar apoyo psicológico para aprender a lidiar con los desafíos emocionales asociados con el vitíligo.