Por Dra. Johanna Furlan – Cirujana estética – MN 122.975 – IG @drajohannafurlangraf
Poner las piernas en alto o sobre la pared es un ejercicio que nos aporta variados y excelentes beneficios a nuestro cuerpo. Es muy fácil y necesitamos sólo 20 minutos de nuestro tiempo para realizarlo. Un descanso ideal para hacer una pausa en nuestra rutina diaria.
Es altamente recomendado en los pacientes que sufren insuficiencia venosa crónica (IVC), algunos de los síntomas que padecen son la aparición de varices, calambres o la sensación de piernas cansadas, entre otros.
Además, si nuestro trabajo o actividades diarias requieren que estemos muchas horas parados o en la misma postura, sentados, por ejemplo, es una posición que brindará descanso a nuestras piernas y ayudará a mejorar la circulación sanguínea.
No es un ejercicio en sí mismo, sino una técnica de yoga que podemos practicar para establecer una conexión mente-cuerpo, pero que, además, genera grandes beneficios a la circulación.
No olvidar: siempre consultar con el especialista sobre todo en aquellos pacientes que puedan tener algún tipo de lesión en la espalda.
Algunos beneficios de esta práctica
1. Reduce la hinchazón en las piernas y los pies
Una de las causas de la inflamación en las piernas y los pies puede ser una dificultad en la circulación que puede ser causadas por: un problema renal, cardíaco, de sobrepeso, por efecto de alguna medicación o por una dieta poco adecuada. Es necesario saber el origen y tratarlo de forma correcta.
Poner las piernas en alto favorece el movimiento de esos fluidos que obstaculizan una correcta circulación sanguínea.
2. Alivio para las piernas cansadas
Poner las piernas en alto es una de las mejores maneras de aliviar la tensión de las piernas, de los pies e, incluso, las caderas, son las que más se resienten al final del día. Al realizar este ejercicio durante 20 minutos, cambiamos el eje postural y liberamos toda tensión de estas zonas, lo que supone un notable alivio y descanso.
3. Relaja el sistema nervioso
Es una postura que nos ayuda a mejorar la respiración. Retenemos más el aire y, de a poco, favorecemos una inspiración y una espiración más lenta y rítmica.
Todo ello tiene un gran impacto en nuestro sistema nervioso: aliviamos tensiones musculares, sobrecargas y esa tensión que se concentra habitualmente en la zona del estómago, el cuello y las sienes.
4. Calma emocional
Esta postura favorece a una mejor salud mental. Nos invita a meditar, a descansar la mente y a sentirnos más conscientes de nuestro cuerpo, generar la calma y el bienestar.
5. Prevenir y aliviar las varices
Tener las piernas en alto ayuda a prevenir la aparición de las varices, particularmente en aquellas personas con antecedentes familiares o con factores de riesgo, tales como: obesidad y actividades en las que hay que permanecer mucho tiempo de pie.
Incluso, en aquellos pacientes que ya tienen varices, elevar las piernas puede fortalecer los músculos y reactivar la circulación de la sangre. De esta manera, ayuda a disminuir el dolor y la inflamación.