Igual que a miles de pymes, la cuarentena también le jugó una mala pasada a la tradicional peluquería de Caballito «Diego Suárez Peluqueros» que debió cerrar sus puertas justo cuando debía abrirlas. Pero después de 26 años ininterrumpidos en el barrio, su dueño no se resigna a los embates económicos de la pandemia y adelanta que se viene un nuevo proyecto que, según parece, marchará sobre ruedas.
Se trata de una peluquería móvil que se está terminando de armar en un taller y que funcionará en la zoa de Canning, Cañuelas y San Vicente: Hair on Wheels.
“Tengo fe en que que voy a andar mejor. Los últimos tiempos fueron duros, muy duros. Siempre traté de hacer las cosas bien, di mucho trabajo. Y se complicó”, dice Diego Suárez, dueño de la peluquería que lleva su nombre.