Tiene 54 años y vive en Aldo Bonzi, una localidad del partido de La Matanza. Como les sucede a muchas mujeres, ella sentía que criar a su hija mayor, colaborar en el local gastronómico familiar, con un matrimonio desgastado, tenía que dar un giro a su vida. Un día comenzó a dialogar con la madre de una compañera de colegio de su hija mayor, quien le enseñó a pintar. A partir de allí se le abrió un mundo nuevo, creó La Comarca García, transformándose en una prestigiosa docente de varias disciplinas de arte, que brinda clases y cursos presenciales y virtuales a más de 300 alumnos por mes, no solo de la Argentina, sino de países extranjeros.
Escuchar el consejo de un desconocido hay veces que puede resultar determinante para el futuro de una persona. Y si no que lo diga Verónica “Vero” García, quien necesitaba dar un giro a su monótona vida y desgastado matrimonio.
“Un día me encontré aburrida y sin incentivos, porque me había volcado al cuidado de mi hija mayor, Lourdes, y a ayudar en el local gastronómico de mi entonces esposo. Percibí que necesitaba salir de mi zona de confort”, rememora la nativa de Aldo Bonzi, populosa localidad de La Matanza.
En cierta oportunidad, a través de Lourdes, conoció a Andrea, mamá de una de sus compañeritas de colegio, de la que se hizo muy amiga. Entre mates y charlas, Andrea le propuso enseñarle a pintar. La respuesta positiva de Verónica no se hizo esperar y un nuevo mundo se abrió para ella. “Empecé a pintar como un hobby, era una vía de escape para mí, me ayudaba a no pensar y lo que es mejor lo disfrutaba con locura. Cada rato libre que tenía me dedicaba a pintar. Desde que empecé a hacerlo, nunca más lo dejé”, afirma la exitosa profesora de arte de 54 años.
20 AÑOS DE DOCENCIA Y MÁS 30 MIL ALUMNOS
En estos tiempos donde las manualidades volvieron a estar de moda, y las personas buscan salidas laborales que le permitan salir de la crisis, Vero capitaliza todo su recorrido en el rubro, donde hace ya más de 20 años que es profesora de pintura decorativa y mix media, dando clases presenciales y online, por las que ya han pasado más de 30 mil alumnos.
Lourdes (31), Alejandro (25) y Abril (21) son sus tres hijos. Justamente, la menor es quien la ayuda en la organización de su emprendimiento, al que todos los vecinos conocen por La Comarca García. Dado que “la profe” es toda una institución en la localidad del oeste bonaerense. “Por acá decimos: el que no pasó por La Comarca, no es de Aldo Bonzi”, asegura orgullosa.
Feliz por su presente, Vero cuenta que el nombre de su emprendimiento se lo debe a su fanatismo por la obra del escritor J.R.R. Tolkien, donde La Comarca es la localización ficticia habitada por los Hobbits, esos seres de baja estatura y alma noble que aparecen en sus novelas. La primera, precisamente, con el mismo nombre, El Hobbit y El Señor de los Anillos. “Cuando pensé en posibles nombres, el primero que se me apareció fue el de La Comarca, ese lugar de ensueño, lleno de paz y alegría habitado por los seres más nobles y amigables, como yo”, comenta entre risas.
Inquieta y proactiva, Verónica nunca dejó de perfeccionarse y buscar nuevos horizontes. Luego de un extenso recorrido independiente, dando talleres y enseñando a alumnos de diferentes edades, decidió contactarse con el prestigioso Conservatorio Grassi (pionero en el dictado de carreras de arte desde 1910) para dar clases.
Pocos días después, tras de ver su currículo, las autoridades aceptaron incorporarla al plantel de docentes. Desde La Comarca García y como taller adherido al conservatorio, Verónica lleva más de ocho años dictando los profesorados de pintura decorativa, mix media y máster en mix media.
Asimismo, luego de acercar una propuesta, que la institución educativa analizó y aprobó, la virginiana viene brindando una versión “aggiornada” de la tecnicatura en pintura country, antiguo estilo artístico inspirado en paisajes rurales, que vuelto a estar de moda en la decoración. “Mi idea fue crear un curso que pudiera dar una rápida salida laboral, ya que hoy la gente prefiere embarcarse en proyectos que tengan poca duración. Así que logré aggiornar los contenidos para que, en sólo nueve módulos dictados en un año, puedan aprobar esta tecnicatura”, relata.
Su emprendimiento se encontraba consolidado y sentía que estaba logrando lo que siempre había soñado, hasta que, como a muchos otros, la pandemia la puso en una encrucijada, de la que no sabía cómo salir. “Tenía muchos alumnos y daba diferentes talleres y profesorados, pero todos eran presenciales, cuando empezaron las restricciones, me quedé paralizada. Pensé que todo por lo que había luchado tanto tiempo se desmoronaba y no tenía solución. Apabullada, me largué a llorar”, rememora compungida.
HIJA MAYOR: FACTOTUM DEL DESPEGUE Y CRECIMIENTO
Resiliente y sin dejarse vencer, Verónica comenzó a darle mayor importancia a las redes sociales. Fundamentalmente, por el incondicional apoyo y permanente motivación de Lourdes. “¡Dale ma! A levantarte, a grabar videos, a hacer todo lo que puedas, a cerrar locales y a seguir adelante”, destaca.
Los consejos de su progenitora le sirvieron para retomar el contacto con sus alumnos, expandirse en la Argentina y a llegar a más personas de otros países. “Siempre quise superarme y dar clases más allá de Aldo Bonzi. Pero no me daba cuenta que si sólo daba clases en forma física iba a llegar a un techo y no hubiera podido cumplir mi sueño: crecer. Lo que en una primera instancia fue una gran crisis terminó siendo una oportunidad que me empujó a ir más allá”, afirma categórica.
En la actualidad, Verónica García posee más de 300 alumnas (60 % cursan en forma virtual; en tanto que, el 40, lo hace en forma presencial), y llega con sus clases y talleres, no solo a toda la Argentina (desde Jujuy a Tierra del Fuego), sino a países, como Chile, Uruguay y México.
Para la profesora, el arte y enseñar, no es sólo un emprendimiento, sino una parte muy trascendente de su vida. “Es una pasión, lo amo y lo disfruto. No me imagino poder estar haciendo otra cosa”,cuenta la artista que ha participado en numerosas exposiciones nacionales e internacionales.
Tanta dedicación diaria no atenta contra su energía y alegría desbordante. “Estoy viviendo de mi pasión, así que me da más disfrute que cansancio. Amo hacer lo que hago. Y si hay algo que me llena de energía son mis alumnas y enseñar. Preparar gente para que pueda cumplir su sueño es lo más lindo que hay”, concluye la mentora de La Comarca García.
Para saber más o contactarse con la docente de arte, hay que ingresar al Instagram: @lacomarcagarcia