Por Mariela Blanco
En Moreno 550, dentro de un moderno edificio orientado a viviendas y uso comercial de oficinas encontramos un Museo de Sitio, con piezas arqueológicas halladas durante la excavación, entre las que se destaca una de las cisternas más grandes de Latinoamérica.
En ese solar, se encontraba la antigua residencia de la familia de Encarnación Ezcurra, la esposa de Juan Manuel de Rosas. Su importancia reside en la instalación de las dependencias gubernamentales hasta tanto concluyera la construcción del Caserón de Palermo del Restaurador de las Leyes y el posterior establecimiento de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, tras su caída en el año 1852.
En los primeros años del 1900 se demuele esa construcción para levantar un edificio con planta baja y primer piso, que funcionó como casa para rentas. Y 1970 marca el fin de esta casona y se instala por muchos años una playa de estacionamiento a cielo abierto.
Ya en este siglo, cuando un grupo inversor se dispone a levantar el actual edificio, los vecinos advierten sobre la importancia histórica de este lugar y así es que un equipo de arqueólogos logran dar con una cisterna de 7,20 metros de diámetro, capaz de almacenar 250 mil litros de agua.
El historiador y escritor Leonel Contreras destaca que “sus características nos hablan de las formas de abastecimiento y consumo de agua potable en la ciudad colonial pero también del prestigio social de los propietarios“
Lo interesante es que se pueden realizar visitas gratuitas para conocer la historia de la que hablan los numerosos vestigios hallados a partir de los trabajos arqueológicos realizados en el sitio por un equipo de especialistas.
El Sitio Arqueológico La Cisterna permite comprender la complejidad urbana y la riqueza histórica de la ciudad. Las piezas expuestas posibilitan a los visitantes recorrer 200 años de historia de este solar.