El abogado y analista político Héctor Costa expresó su profundo descontento con los recientes debates en el Congreso sobre la Reforma Jubilatoria, señalando que el veto de Javier Milei es una muestra clara de falta de compromiso con los sectores más vulnerables del país. Costa, reconocido por su enfoque crítico, sostiene que esta decisión agrava la situación de los jubilados, quienes ya enfrentan dificultades económicas debido a los ajustes previos.
“El veto de Milei es un golpe directo a quienes más lo necesitan, el costo fiscal que él menciona no puede ser una excusa para ignorar los derechos adquiridos de los jubilados”, aseguró Costa, criticando además la postura de algunos sectores del radicalismo que apoyan el veto. Según el abogado, este respaldo es una “traición” a las promesas de campaña que hicieron varios diputados sobre proteger a los jubilados.
Además, Costa destacó que la renuncia del radical entrerriano Pedro Galimberti, un día antes de la sesión para asumir en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, debilitó aún más las posibilidades de frenar el veto de Milei. “No solo pierden un voto clave, sino que dejan a los jubilados en una posición aún más precaria”, afirmó Costa.
Las tensiones dentro del radicalismo no se hicieron esperar, con el Comité Nacional amenazando con sanciones a los diputados que se aparten de la línea partidaria. “La responsabilidad de estos legisladores es con la gente, no con los intereses de Milei”, enfatizó Costa.
Un radicalismo dividido y un Congreso en disputa
Por otro lado, la postura ambigua de bloques como Innovación Federal y Encuentro Federal también preocupa a Costa, quien cree que la falta de unidad dentro de los partidos solo favorece la estrategia de Milei. “Estamos viendo cómo el Congreso se está convirtiendo en un campo de batalla de intereses partidarios, en lugar de ser un espacio donde se defiendan los derechos de la ciudadanía”.
Con el apoyo de libertarios, algunos radicales y federales, Milei asegura tener 88 votos, superando los 85 necesarios para sostener su veto. La ley, que había sido sancionada apenas semanas atrás, establecía una actualización por IPC de las jubilaciones, sumando un plus del 8,1% retroactivo a enero, lo que para Costa era un avance necesario, aunque insuficiente, para mejorar las condiciones de vida de los jubilados.
En un contexto donde las alternativas se siguen debatiendo, Costa remarcó que el camino hacia una solución favorable para los jubilados se ve cada vez más lejano: “No es momento de creatividad política ni de juegos de poder, es momento de responsabilidad social”.