Qué dijo Mariano Stolkiner en relación al Instituto Nacional del Teatro

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By Agencia Prensa

Hace unas semanas fui convocado para ocupar la Dirección Ejecutiva del Instituto Nacional del Teatro, organismo fundamental para el desarrollo de la actividad teatral en su conjunto a lo largo y ancho de todo el país.

A este Instituto, que fue creado en el año 1997 a través de la ley 24800, por impulso de importantísimos referentes de nuestro campo cultural, le debo una gran porción de lo que soy hoy como artista. Sin la existencia de este Instituto, una enorme cantidad de hacedores no hubieran podido crecer dándole desarrollo a sus espacios de creación, posicionando al teatro argentino como uno de los más importantes a nivel mundial, lleno de valores que funcionan como difusores de nuestra cultura, no sólo hacia adentro de nuestro territorio, sino que aún cruzando las fronteras para instalar un sello de excelencia alrededor de nuestro quehacer teatral en el mundo.

El Instituto, a través de sus ya más de 25 años de existencia, ha logrado promover, fomentar, sostener un teatro federal, que es de orgullo nacional. Con el reciente proyecto de ley enviado al Congreso, dónde se pretende derogar la existencia de este organismo, toda esa diversidad teatral que atraviesa y nos define como sociedad está en peligro.

Desde un primer momento, habiéndome llegado este ofrecimiento de forma completamente inesperada, tuve que reflexionar mucho, generando consultas hacia organizaciones del sector teatral, artistas y las propias personas que trabajan dentro de la institución.

Sabiendo qué, por motivos personales, no podía asumir el cargo hasta mediados de enero, de todas formas, en torno a un período de transición, me puse a trabajar para ir interiorizándome respecto al funcionamiento y el estado de esta institución, conociendo a la gente que en ella trabaja.

En todo momento la articulación con la Secretaría de Cultura fue en favor de sostener su normal funcionamiento, razón para la cual había sido convocado. Sin embargo, de manera completamente inesperada, me entero de este proyecto de ley que pretende cerrarlo. Ante este estado de situación, declaro mi enorme y urgente preocupación frente a esta medida, la cuál a su vez me resulta completamente incomprensible afectando a la sociedad en su conjunto, más allá de lo que me toca en términos personales, siendo que, a través de este proyecto de ley, no encuentro respuesta a la razón para la cual fui convocado en su momento.

Llamo a la reflexión, para que este proyecto derogatorio, que podría causar un enorme daño sobre nuestros preciados bienes culturales, conformantes fundamentales de nuestro patrimonio e histórica identidad nacional, no avance convirtiéndose en una ley que tanto daño podría causar a nuestra sociedad en su conjunto.

https://inteatro.ar/novedades/no-a-la-ley-omnibus/

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