En julio del 2013, la empresaria, Mariana Saric, decretaba con fuerza:” Proyecto tener mi marca de cremas, esmaltes y hasta mi propio perfume”, esas palabras se hicieron realidad pero no por arte de magia, fueron años de perseverancia, trabajo creativo, apasionado que la hizo llegar a ser la creadora y propietaria de la línea argentina: Lure Bath and Body, que significa: ‘Objeto que se utiliza para atraer o persuadir’.
“Es precisamente el espíritu de una fragancia, estimular, provocar, llamar la atención del otro¨, dice Mariana que tuvo dos salones de belleza en el 2012 que tenían su nombre en el barrio de Recoleta.
La peluquería le dio el plus de empezar a relacionarse con medios y el mundo de la moda. En los eventos como Scouting Caras Glam que buscaba siempre una nueva Top Model; Saric en varias ocasiones fue jurado, junto a Valentín Vidal Rivas y otras destacadas figuras de la moda. Las modelos que participaban en este evento se atendían en el Beauty Salón de Mariana.
Sus raíces provienen de origen croata, es la mayor de cuatro hermanos, de clase media. “Vivíamos en el barrio del Bajo Flores, mi madre ama de casa, mi padre trabajaba en un estudio de comercio exterior y luego durante 30 años en una casa de cambio”.
El recuerdo de Mirko Saric, su hermano
Sus dos hermanos se dedicaron al fútbol, uno de ellos, Mirko, perteneció al Club de San Lorenzo con una carrera prometedora, falleció en el 2000, padeció de una fuerte depresión. Una pérdida que ocasionó un gran dolor en su familia, aún más en Mariana ya que cuenta que eran muy unidos, solían ir a comer a la casa de su abuela.
La empresaria, creció en un ambiente de valores éticos donde la superación y perseverancia siempre fueron un motor. “Nuestra casa era grande un solo baño, vacaciones en la Lucila cerca de San Bernardo. Mi tío tenía un cine y mi padre trabajaba durante la temporada. La veta artística siempre me gustó, desde los 11 años bailaba, gustaba mirarme al espejo, hacerme fotos, estudié actuación para teatro. Mi primera vez en un medio fue cuando salí en la revista Gente, estaba en la playa, tenía una vincha roja en una reposera”, recuerda.
Marcadas personalidades
“Siempre fui la mujer práctica, ante un problema busco la solución, mi hermana Mirna, es rápida, muy estudiosa, disciplinada y ordenada. Mirko, era muy tímido, Martín es parecido a mí”.
Conoció a su esposo en una discoteca. “Venía bolicheando con mis amigas, nunca pensé que el romance fuese tan rápido. A los seis meses Gabriel, propuso casamiento, lo convencí de que había que esperar y nos casamos al año, después de 4 años quedé embarazada. Llevan 24 años de casados.
Dos años antes había tenido la pérdida de su hermano Mirko, pero el nacimiento de su hija, la ayudó a repuntar en la vida, es por esto que decidió llamarla Sol (19), como un renacimiento para la familia, asevera. Posteriormente, nació Tomás (16).
“Antes de casarme, trabajé en una perfumería en la parte administrativa lo que permitió que me involucrara en ese mundo de esencias, aromas, marcas importadas. Me fascinaba atender a la gente y asesorarla, es algo innato”.
Agrega que no sólo es amante de la parte estética, admite que es importante en su vida cultivar de lo interno y estudió coaching.
Después de casarse, durante algunos años, no trabajó pero sentía que le faltaba algo, ser esposa, madre y dedicada a las tareas del hogar, era un mundo vital, reconoce que como mujer activa, necesitaba retomar la actividad laboral.
Es así como después de pensarlo, llegó el Salón de belleza, le dio muchas satisfacciones. “En la peluquería fueron 6 años, había hecho mis propios productos, no quería quedarme sólo en casa. Luego llegó el momento de decidir tener una marca de cosmética. Llevó un total de 3 años definir el nombre, armar la empresa. La vida me sorprendió, el target de mis clientes es de 25 para arriba y ahí empecé a poco, un catálogo de 4 fragancias, 6 productos, ahora tengo una barbaridad de cosas”.
La familia como gran soporte
“Eso me llena de energía para progresar, no quedarme estancada”.
Pero no todo fue color de rosa en su vida, también pasó por la muerte de su padre y llegó la pandemia. “Fue un caos mental acostumbrada a no estar en mi casa, de golpe, no salir, llegó un momento a la tercera semana no daba más y como teníamos envases vacíos que los trajimos del exterior, decidí recomenzar con Lure; elegía etiquetas nuevas, contactando a los laboratorios para decidir cuáles serían las mejores esencias, pensando en todo lo mejor para el cuidado de la piel. Esto no lo hago sola, tengo dermatólogas y cosmiatras que estudiaron para eso y son mi soporte”.
La intensa cuarentena de hace un año, potenció su creatividad y confiesa que es muy visionaria al ver las cosas con otra óptica en lo estético. “Lure, entra por los ojos por fuera y por dentro. Atrapamos a las mujeres por medio de las fragancias y a los hombres también. Antes de la pandemia, viajaba mucho y eso me dio un plus para descubrir lo que prefieren las argentinas.
“No no gusta cremas pesadas ni brillosas pero si productos que iluminen”.
Entre sus productos favoritos es el Serum de Vitamina C.
Es importante reconocer que la gente se empezó a cuidar más desde que empezó el Covid 19, porque por el uso del alcohol, se resecan las manos, o por uso del barbijo, la cara presenta alergias. Mi madre es diabética, hice pensando en ella, la manteca corporal, No escatimo nada en la cantidad de elementos que se ponen en los productos”.
Siempre con mística de trabajo y empuje, antes de Lure, con su esposo durante mucho tiempo tuvieron la marca de calzado Satori.
Otra de las características de la personalidad de Mariana Saric es la generosidad. Soy muy de dar de corazón, la vida te recompensa, Dios me entregó más de lo que pensaba, tengo valores marcados por el respeto y la educación”.
Proyecta una imagen de mujer muy segura en sus fotografías.
“Con el tiempo mis hijos me motivaron a sacar la Mariana actual, no tengo vergüenza, me gusta como soy. Cuando te pasan cosas duras, uno va creciendo. Todo lo que tengo, no lo hice sola, son cosas de hacer en equipo. La vida me sorprendió y dio mucho más, tiene que ver con la actitud y un poco de suerte. Jamás creerse más que nadie”.
Sostiene que es feliz porque encontró su rumbo. En su vida cotidiana, cuando no está trabajando, gusta de bailar, actuar con sus hijos, hacer gimnasia con su esposo.
Este es el presente de Mariana Saric, que no para nunca de hacer cosas nuevas. “Mi forma de ser es así, mantenerme ocupada, por mí y por los demás”.