La automatización colaborativa despega en la industria argentina

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By Pablo Casabona

Con una densidad de 25 robots por cada 10.000 empleados manufactureros, la industria argentina se encuentra rezagada frente al promedio mundial de 151 robots, según datos de la International Federation of Robotics . Sin embargo, en este contexto de adopción incipiente, los robots colaborativos (cobots) comienzan a ganar terreno en sectores clave como el automotriz, electrónico, de alimentos y logística, marcando el camino hacia una nueva era de colaboración entre humanos y máquinas.

La próxima revolución industrial ya no ocurre en fábricas aisladas, sino en el corazón de las organizaciones. Allí, los cobots de próxima generación, equipados con sensores, visión e inteligencia artificial, están generando un cambio de paradigma. A diferencia de la automatización tradicional diseñada para entornos controlados, estas nuevas tecnologías incorporan capacidades cognitivas y adaptativas que les permiten interpretar, aprender y tomar decisiones en tiempo real.

Claves de la robótica colaborativa

CaracterísticaImpacto en la Industria
Capacidad de aprendizajePermite adaptarse a entornos cambiantes y optimizar operaciones continuamente .
Programación intuitivaFacilita la adopción en PYMES, pudiendo configurarse en minutos sin conocimientos avanzados.
Trabajo conjunto humano-robotMejora la seguridad al realizar tareas peligrosas y libera a los trabajadores de labores repetitivas .
Flexibilidad operativaEs clave para sobrevivir en contextos volátiles como el argentino.

Un salto cualitativo en la transformación digital

Un reciente estudio de Softtek que evaluó 25 tendencias tecnológicas emergentes posicionó a los robots de próxima generación y cobots en el segundo lugar del ranking general, equiparándose con la inteligencia artificial general. Esta valoración refleja su potencial transformador que trasciende la lógica de “máquinas versus personas” para dar paso a un modelo colaborativo más sofisticado.

Los robots colaborativos representan mucho más que una evolución tecnológica: son un catalizador de transformación organizacional. Al trabajar junto a las personas, no solo optimizan procesos, sino que reconfiguran la manera en que concebimos la productividad y la seguridad en los entornos de trabajo“, explica Martín Medina, Service Manager & Offer Leader RPA en Softtek.

A nivel global, la Federación Internacional de Robótica identifica la inteligencia artificial física y analítica como una tendencia clave para 2025, permitiendo a los robots procesar grandes cantidades de datos de sensores y gestionar la variabilidad en entornos de producción . Esta capacidad es fundamental para la adaptación en escenarios industriales argentinos, caracterizados por una alta variabilidad.

Adopción creciente en sectores clave

Aunque la robotización en Argentina todavía está por debajo del promedio global, la tendencia comienza a despegar. En polos industriales como Tierra del Fuego, los robots ya forman parte del ciclo completo de producción en plantas electrónicas, mientras que en el sector metalúrgico se proyecta que el mercado de robótica específica alcance los US$394.67 mil para 2025 .

La facilidad de programación de los cobots y su capacidad de adaptarse a entornos cambiantes los vuelven especialmente atractivos en un país donde la flexibilidad operativa es clave para sobrevivir a contextos volátiles. Al mismo tiempo, surgen desarrollos locales y una mayor apertura de las pymes hacia estas tecnologías, impulsadas por la necesidad de aumentar la competitividad.

Impacto en el talento y la cultura organizacional

La integración de cobots trasciende la automatización rígida mediante capacidades adaptativas que permiten funcionar eficazmente en entornos con variables fluctuantes. Sin embargo, esta flexibilidad demanda inversiones significativas en capacitación del capital humano y el desarrollo de interfaces intuitivas que faciliten una interacción fluida y segura.

Además de facilitar un trabajo conjunto y seguro entre humanos y robots, la robótica de última generación habilita procesos más ágiles, flexibles y escalables, y ofrece ventajas competitivas especialmente relevantes en manufactura, logística, retail y salud, donde la optimización operativa es crítica. Sin embargo, es una tecnología que presenta desafíos en cuanto a costos, la capacitación de la fuerza laboral y la interacción humano-robot“, puntualiza Medina.

A nivel global, los robots están ayudando a abordar la escasez de mano de obra que afecta al sector manufacturero, permitiendo a los trabajadores humanos concentrarse en tareas más complejas y de mayor valor .

Perspectivas de mercado y futuro competitivo

El contexto internacional marca la dirección para Argentina. Las proyecciones de mercado reflejan el potencial disruptivo de esta tecnología. El mercado global de robots colaborativos, valorado en USD 1,9 mil millones en 2025, alcanzará los USD 4,88 mil millones en 2030, registrando una tasa de crecimiento anual compuesta del 20,76%, según Mordor Intelligence.

Una perspectiva aún más optimista emerge del análisis de Precedence Research, que proyecta una expansión desde USD 4.210 millones en 2024 hasta USD 71.260 millones en 2034, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 32,70%. Estas cifras reflejan no solo la maduración tecnológica, sino también la creciente confianza empresarial en el retorno de inversión de estas soluciones.

La robótica colaborativa ya no es un futuro lejano para Argentina: forma parte de las cadenas de producción locales y de la agenda de inversión de empresas que buscan diferenciarse. El desafío consiste en combinar el talento humano con la inteligencia de los cobots para lograr un nuevo estándar de productividad y resiliencia. Las compañías que avancen en esta integración construirán ventajas competitivas sostenibles en un entorno cada vez más automatizado e inteligente.


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