En un petit hotel histórico de Recoleta, que perteneció a la familia de Manuel Belgrano, hoy funciona un espacio creativo y café de especialidad. Dicen que la casa habría sido de la “querida” de uno de los descendientes del creador de la Bandera, un detalle que despierta curiosidad sobre su historia
En Arenales 2016, en pleno barrio de Recoleta, se alza una casona de cuatro plantas que perteneció a los descendientes directos de Manuel Belgrano
La propiedad fue inaugurada en 1907, en una Buenos Aires que miraba a Europa y construía su identidad entre molduras francesas y patios de mármol.
Por entonces, las familias patricias erigían sus residencias con el sello de la Belle Époque con fachadas simétricas, escaleras de honor y pisos de mosaico granítico traídos de Italia. Este petit hotel no fue la excepción.

Los registros históricos y los testimonios orales señalan que perteneció a una rama de los Belgrano, descendientes del creador de la Bandera.
Dicen las malas lenguas que la casa habría sido de la “querida” de uno de esos descendientes del prócer, ya que tiene muchas similitudes en su diseño y materiales con otra mansión mucho más grande que, a la vuelta, hoy ocupa una sede de la Universidad de San Andrés.
Recorriendo la casa, encontré detalles que despiertan curiosidad como puertas que no llevan a ningún lado, escaleras que desembocan en salas de tamaño mínimo, tal vez concebidas como depósitos o simplemente espacios olvidados en el tiempo.
En el tercer piso hay una habitación tan pequeña que se cree fue uno de los cuartos donde dormían los sirvientes. Los baños también son pequeños. Uno de ellos se conserva original, con la bacha de bronce y apliques de porcelana en los toalleros.
Cada hallazgo de este tipo refuerza la sensación de que la casa todavía guarda secretos y decisiones arquitectónicas que hoy resultan enigmáticas.

Probablemente se deba a la doble circulación típica de estas casonas, diseñada para que el personal de servicio no se cruzara con los dueños de casa ni con sus invitados.
Otra de las particularidades más llamativas de esta mansión es la estrecha escalera de servicio, que atraviesa las cuatro plantas y apenas supera el medio metro de ancho. Resulta casi inimaginable cómo lograban transportar enseres y bandejas por un espacio tan reducido. Pero además, quienes hoy trabajan en la casa aseguran haber presenciado fenómenos fuera de lo común como puertas que se abren y cierran solas, sin que haya corrientes de aire ni ninguna causa aparente que lo justifique, y otros movimientos extraños de objetos que desafían toda explicación lógica
El petit hotel
El petit hotel conserva pisos de mosaico originales, carpinterías en cedro y herrería artesanal. El mármol que cubre los escalones de las escaleras refuerza la sensación de un diseño pensado para la eficiencia y la discreción.
Los ascensores de madera originales así como la chimenea revelan cómo la casa combinaba lujo y funcionalidad. Luego, en la planta baja donde hoy funciona una cafetería, antes entraban los carruajes.
Durante buena parte del siglo XX fue vivienda familiar, y más tarde albergó un atelier de diseño. A pesar de los cambios de uso, la estructura permite leer una parte de la historia urbana de Buenos Aires.
Más allá de las leyendas (si fue o no el refugio sentimental de un Belgrano), el edificio resume un tiempo y una forma de vida. En esas escaleras, balcones y vitrales se adivina el espíritu de una época en la que Buenos Aires todavía se pensaba a sí misma como una pequeña París del Sur.
Nuevos usos
En este petit hotel funciona Estación 392, inaugurado en agosto, que combina café de especialidad y proyectos digitales.
El espacio fue renovado para convertirse en un centro dedicado a la creatividad, la innovación y el talento argentino.
No se trata solo de un servicio gastronómico sino que es un lugar pensado para encuentros, exposiciones y trabajo colaborativo entre profesionales de distintas áreas.
El café de especialidad, eje central del espacio, se distingue por su calidad, trazabilidad y proceso de elaboración, ofreciendo una experiencia sensorial superior a los amantes del café.

Discover more from LatamNoticias
Subscribe to get the latest posts sent to your email.