Juan Amador es un nombre que resuena con fuerza en el mundo del flamenco. A sus 26 años, este joven nacido en Elche, Alicante, y de madre argentina, ha pasado de actuar en la calle a deslumbrar en hoteles de lujo en Madrid. Pero su camino al éxito no ha sido fácil, y su historia es un ejemplo de perseverancia y pasión por el arte.
De la calle a los escenarios de lujo: el ascenso de un talento del flamenco
Juan Amador creció con una fuerte influencia del flamenco debido a sus raíces gitanas y la cultura andaluza que lo rodeaba desde pequeño. Sin embargo, su vida no siempre estuvo ligada al baile. Estudió periodismo y condujo un programa radial en su ciudad natal, pero algo en él siempre lo llevó de vuelta al escenario. Fue después de la pandemia que encontró en Madrid su verdadera vocación. “Llegué con solo lo suficiente para dos noches de hotel y un día de comida. Pero tras bailar en La Puerta del Sol, supe que no podía regresar a casa”, recuerda.
Un comienzo humilde y una pasión por el flamenco
A los 6 años, Juan comenzó a bailar flamenco, pero no fue hasta su experiencia en Granada, viendo a artistas callejeros, que se dio cuenta de que podía ganarse la vida con el arte. Con solo un altavoz de juguete y una madera para bailar, Juan Amador empezó a actuar en las calles de Madrid. “En una hora gané más que todo un día como camarero en Elche”, afirma. Este momento fue clave para tomar la decisión de quedarse en la capital española y perseguir su sueño.
El salto a los hoteles 5 estrellas
Tras mucho esfuerzo y perseverancia, las oportunidades comenzaron a llegar. Juan pasó de las calles a los tablaos, y eventualmente, a bailar en hoteles 5 estrellas en Madrid. “Era un poco atrevido al compararme con los grandes artistas de la ciudad, pero esa actitud me llevó a lo más alto”, comenta con orgullo. Hoy en día, su talento lo ha llevado a escenarios en Palma de Mallorca, Canarias, y Sevilla, donde sigue sorprendiendo con su maestría en el flamenco y otras danzas.
Una conexión especial con Argentina
Aunque su carrera ha despegado en España, Juan Amador siente un lazo profundo con Argentina, gracias a su madre marplatense. “Los mejores momentos de mis visitas a Argentina los viví en Mar del Plata. Es un lugar con mucho arte y espectáculo, diferente a cualquier otro en el mundo”, afirma. Aunque por ahora su carrera se desarrolla principalmente en España, Juan sueña con llevar el flamenco auténtico a los escenarios argentinos.
Con ofertas en diversos puntos de España y una proyección internacional en aumento, Juan Amador continúa su ascenso en el mundo del flamenco. Pero su amor por Argentina lo sigue acompañando, y no descarta la posibilidad de compartir su arte en la tierra de su madre.